Las máquinas avanzan vertiginosamente y paradójicamente, a la par que los trabajos necesitan de menos esfuerzo, gracias a las máquinas, parece que eso de apretar botones no nos deja más tiempo libre. La gente está más acelerada corriendo detrás del tiempo, porque faltan horas para poder hacer todo aquello que quisieras. Realmente se vive sin tiempo, el tiempo lo mide todo y se nos escapa sin darnos cuenta que se nos va la vida sin vivirla.
Uno de los principales males de la sociedad moderna es el infructuoso intento de realizar muchas actividades en un limitado espacio de tiempo y su principal resultado, el estrés. Aunque es una de las emociones más primordiales, su exceso puede resultar del todo contraproducente al individuo por lo que nunca está demás aprender nuevas estrategias para mantenerlo en sus límites saludables. En el periódico laprovincia.es, tiempo atrás, nos daban pautas para aprender a domar el estrés:
Hacer ejercicio, escuchar música o dormir lo suficiente son algunos de los consejos que te ayudarán a relajarte. Según señalan desde el sitio web de la estadounidense Clínica Mayo, si el estrés comienza a ganarte la batalla aún existen unos pocos consejos que pueden ser de ayuda para aliviar las tensiones diarias:
Los facultativos norteamericanos apuntan que este tipo de estrategias que palian el estrés pueden ayudar a restablecer la calma y la serenidad en la caótica realidad diaria. Además, según los estadounidenses, para poner en marcha estos consejos antiestrés que proponen no hace falta invertir mucho tiempo o recursos mentales.
Muévete. En realidad, cualquier forma de actividad física puede actuar como un paliativo para el estrés. Incluso si no se es un atleta o se ha perdido la forma física, el ejercicio es aún una estupenda manera de hacer frente al estrés.
La actividad física aumenta las endorfinas y otros químicos naturales que aumentan la sensación de bienestar. El ejercicio además redirige la mente hacia los movimientos del cuerpo, mejorando el estado de ánimo y ayudándonos a que se desvanezcan las irritaciones del día. Caminar, correr, limpiar, montar en bicicleta, levantar pesos o cualquier cosa que nos mantenga en movimiento son actividades bienvenidas.
Ríete más. Un buen sentido del humor puede ayudar a curar todos los males y conseguir que nos sintamos mejor incluso si hay que forzar una risa falsa cuando se está de mal humor. Cuando te ríes, no sólo aligeras la carga mental, sino que también se producen cambios físicos positivos en el organismo. La risa pone en marcha y calma la respuesta de estrés. Así que leer chistes, contarlos, ver comedias o quedar con los amigos más divertidos son opciones más que recomendables.
Conecta con los demás. Cuando se está estresado e irritable, el instinto puede llevar al aislamiento como si de un refugio se tratase. En vez de esto, hay que contactar con la familia y amigos y hacer conexiones sociales. El contacto social es un buen paliativo para el estrés porque ofrece distracción, proporciona apoyo y ayuda a tolerar las subidas y bajadas de la vida.
Así que puede ser de ayuda tomarse un descanso para tomar un café con un amigo, mandar un correo electrónico a un familiar o visitar algún lugar favorito.
Si se dispone de más tiempo se puede probar el voluntariado y ayudar a los demás a la vez que a uno mismo.
Reafírmate... Aunque nos gustaría hacerlo todo por nosotros mismos, esto no es posible sin pagar un precio. Aprender a decir que no o a delegar puede ayudarnos a manejar las tareas y el estrés.
Reafírmate... Aunque nos gustaría hacerlo todo por nosotros mismos, esto no es posible sin pagar un precio. Aprender a decir que no o a delegar puede ayudarnos a manejar las tareas y el estrés.
Decir que sí podría parecer una forma fácil de mantener la paz, evitar conflictos y conseguir que el trabajo esté listo como quieres. Pero esto podría en realidad causarte conflictos internos dado que tus necesidades y aquellas de tu familia pasan a un segundo plano, lo que puede conducir a estrés, ira y resentimiento.
Prueba el yoga. Con su serie de posturas y ejercicios de respiración controlada, el yoga es un método muy popular para combatir el estrés. El yoga aporta disciplina física y mental para conseguir paz de cuerpo y mente, ayuda a la relajación y a manejar el estrés y la ansiedad. El hatha yoga en particular es un buen paliativo para el estrés por su ritmo más pausado y sus movimientos más fáciles.
Duerme lo suficiente. El estrés a menudo supone para el sueño un obstáculo. Cuando hay demasiado por hacer y demasiado en lo que pensar el sueño suele resentirse. Pero el sueño es el momento en el que el cerebro y el cuerpo se recargan. Y la calidad y la cantidad de nuestro sueño afecta a nuestro estado de ánimo, nivel de energía, concentración y funcionamiento global. Si se presentan problemas de sueño, hay que seguir una rutina para ir a la cama tranquila y relajante, escuchar algo de música suave, guardar el reloj y seguir un horario consistente.
Lleva un diario. Escribir pensamientos y emociones puede ser una buena forma de conseguir alivio para las emociones contenidas. Escribir lo que viene a la mente sin tener en cuenta la perfección en la escritura permite que los pensamientos fluyan al papel o a la pantalla del ordenador. Lo escrito se puede desechar o guardarse para reflexionar sobre ello más tarde.
Integra la música en tu vida y sé creativo. Escuchar o tocar música es un buen liberador del estrés porque proporciona una distracción mental, reduce la tensión muscular y disminuye las hormonas del estrés.
Si la música no se encuentra entre las aficiones preferidas se puede prestar atención a otras como la jardinería, el punto, dibujar o cualquier cosa que requiera centrarse en lo que se está haciendo en vez de pensar en lo que se debería estar haciendo.
Busca consejo. Si aparecen nuevos estresores difíciles de sobrellevar o si las medidas anteriores no te liberan de estrés podrías necesitar buscar refuerzos en forma de algún tipo de terapia. Existen terapeutas profesionales que pueden ayudar a identificar las fuentes de estrés y a desarrollar nuevas técnicas para afrontarlo.
Si después de todos estos consejos, nos seguimos quejando, es que no tenemos voluntad de nada. No hay excusa para no poner en práctica algunos de estos cambios que no ayudarían a sentirnos mejor. Siempre estamos a tiempo y cualquier momento es un buen momento para empezar lo que estaría bien para nuestro bienestar, físico y mental. No te demores más y empieza ya…
La tensión es quién crees que deberías ser. La relajación es quién eres. Proverbio chino.
Ya dijo, Francois Rabelais: Sin bienestar la vida no es vida; solo es un estado de languidez y sufrimiento.
Pero realmente, como decía, Marco Aurelio: El que vive en armonía consigo mismo vive en armonía con el universo.
Fotografía: Activedia
Fotografía: Activedia
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