martes, 30 de junio de 2015

Mi mar


El Atlante baña a mi tierra.
A mi tierra arrulla la mar.
La mece entre sus brazos
al son de un dulce cantar.

Las olas que van y vienen
acariciando la orilla,
a Gran Canaria le dice:
¡duérmete, duerme mi niña!

Testigo de los Canarios,
de sus cuitas y sus afanes,
de sus alegrías y penas,
de sus conquistas y devanes.

La mar al canario expresa
todos sus sentimientos.
Con su oleaje y su brisa
sus olores eleva al viento.

Un día de mar serena
el agua es como un espejo.
Te sorprende sus entrañas.
La inmensidad ante tus ojos.

Y cuando se pone furiosa,
sus olas se elevan muy alto.
En la orilla da fuertemente
¿qué estará reclamando?

En la estela de los barcos,
que van cruzando la mar,
bailan alegres los delfines
y el timple se oye sonar.

Casi como las gaviotas
el canario sabe de mar,
de su belleza y misterio
y que tiene sabor a sal.

Mi mar conduce a todas partes.
No tiene puertas, ni fronteras.
Tiene sus brazos abiertos
y acoge a todo el que llega.

Los suspiros de mi tierra
los va recogiendo la mar,
y evocando sus recuerdos
se funden para soñar.