El pensamiento es la actividad y creación de la mente. Pensar es un fenómeno psicológico racional para la solución de problemas. Todo aquello que sea de naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean estos abstractos, racionales, creativos, artísticos, etc. El término es comúnmente utilizado como forma genérica que define todos los productos que la mente puede generar incluyendo las actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la imaginación. El pensamiento guarda relación con lo vivido, con los sueños y las obsesiones, y se manifiesta en el lenguaje y en la acción. Los pensamientos se clasifican según la estructura de los razonamientos. También el pensamiento puede sufrir una serie de trastornos por culpa de ideas falsa, fóbicas y obsesivas que incapacitan y bloquean el raciocinio.
Cuando no se piensa lo que se dice es cuando se dice lo que se piensa, por eso, hay que sentir el pensamiento y pensar el sentimiento. Tengamos pensamientos de paz, valor, fe y esperanza, porque, nuestra vida es la obra de nuestros pensamientos y cada ser humano tiene, dentro de sí, algo mucho más importante que él mismo: su 'don'.
No hay nada peor que un ser humano movido por fantasmas. Dichos fantasmas son siempre atraídos por pensamientos comparativos: «que si es, que si tiene, que si va, que si viene» así se despierta la envidia, la rabia y con ello está abonada la maldad. La máquina del pensamiento está dañada y trabajará solamente con un objetivo, destruir un buen nombre y dañar sin compasión el prestigio de ese familiar o amigo. No importa el cómo, pero no descansará hasta ver que su maldad haya hecho el efecto deseado. Lo triste es que este tipo de personas siempre encuentran quienes se unen a sus delirios y le acompaña en su tragedia. Es increíble comprobar cómo las personas pueden pasar de sentir admiración y afecto a odiar, sin más. Cuando una persona ha perdido el sosiego y la calma, no vive. Sus pensamientos la tienen presa y fuera de sí y no podrá canalizar sus emociones.
En mi existencia yo voy plantando, aunque a veces las plantas sufren las tempestades, pero el jardín seguirá creciendo. La mente se caracteriza por fabricar pensamientos útiles, aquellos que nos mantienen fuertes conducen a la acción y abren puertas de sentido a lo que vivimos. Todas las personas nos vemos abocadas a un diálogo y confrontación con la realidad, con los hechos que la vida conlleva.
A mí me gusta pensar y sentir lo que pienso. Quiero ser consciente de mis pensamientos y para ello me leo todo lo que me ayude a conocer un poco los por qué de nuestras reacciones. Si puedo manejar mis pensamientos los conectaré siempre con mi alma, para que sentimientos y raciocinio estén unidos, con lo cual, mis pensamientos estarán a disposición de mi bienestar. Buscaré pensamientos de control, de consuelo y honorables, hasta lograr el nivel más alto el «no pensamiento», que usa el silencio y llena de ser todo lo que toca, haciéndonos saltar a otra conciencia.
Mis pensamientos los voy a poner a mi servicio: para quererme y aceptarme como soy, para perdonarme y perdonar, para querer aunque no me quieran… Dicen que el amor nos falta cuando no lo damos, por eso, no salgas fuera de ti, vuelve a ti, en tu interior habita la verdad y descubrirás que la felicidad en la vida depende de la calidad de tus pensamientos.
El lenguaje simbólico para inducir a la reflexión y para transmitir las ideas es el pensamiento. Una noche no ha vencido al amanecer ni un problema ha vencido a la esperanza. Tomemos las riendas de nuestros pensamientos para construir, que los pensamientos sean puentes para encontrar la paz, la alegría, la ilusión y la esperanza… Piensa y vive.
Mira mis pensamientos.
Los puedes ver, son reales.
Los siento yo con el alma.
Amo la vida a raudales.
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