La Justicia nació de la necesidad de mantener la armonía entre sus integrantes. Es el conjunto de reglas y normas que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones.
La Justicia no es el dar o repartir cosas a la humanidad, sino el saber decidir a quien le pertenece esa cosa por derecho. La Justicia es ética, equidad y honestidad. Es la voluntad constante de dar a cada uno lo que es suyo. Es aquel referente de rectitud que gobierna la conducta y nos constriñe a respetar los derechos de los demás. La Justicia actúa desde la concepción de lo que es justo y para ello existe un fundamento formal en varias disposiciones escritas que son aplicadas por jueces que tratan o deben ser imparciales, de ahí, lo de que la justicia es ciega.
El Poder Judicial es aquel poder del Estado que, de conformidad al ordenamiento jurídico, es el encargado de administrar justicia en la sociedad, mediante la aplicación de las normas jurídicas, en la resolución de conflictos.
El Poder Judicial son los órganos judiciales o jurisdiccionales: juzgados y tribunales, que ejercen la potestad jurisdiccional, que suele gozar de imparcialidad y autonomía. En democracia la división de poderes garantiza la libertad del ciudadano y nace el llamado estado de derecho y todos los poderes públicos están igualmente sometidos al imperio de la ley. El Poder judicial debe ser independiente para poder someter a los restantes poderes, en especial el ejecutivo, cuando estos contravengan el ordenamiento jurídico. El poder ejecutivo y el legislativo son dos poderes que en ocasiones también se enfrentan, las luchas de poder de los integrantes del legislativo suministran periódicamente a los nuevos integrantes del ejecutivo… Un País necesita de un poder judicial fuerte y respetado como uno de los poderes fundamentales del estado cuya independencia es un valor a preservar porque de ella depende que el sistema no deje de funcionar y la democracia de paso a la tiranía.
Los poderes fundamentales de un Estado son: El Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, estos son los pilares de una democracia y los encargados de velar por los derechos de los ciudadanos para que vivan en libertad e igualdad. En la Constitución se recogen los valores democráticos, pero en la práctica, no son del todo infalibles, uno por derecho y otro por defecto. Por derecho somos personas libres de pensamiento y podemos expresar libre nuestras opiniones, expresiones y actuaciones pero… mi libertad está enlazada con tu libertad y por eso, mi libertad termina donde empieza la de mi semejante, por tanto, nuestra libertad se basa en el respeto a los demás, ese es el límite infranqueable. Y por defecto lo de igualdad no se cumple, porque los ricos son más ricos y los pobres más pobres… El que es pobre vivirá bajo un puente o en una chabola o en una casa en ruina y húmeda y los hay afortunados que viven en una casa social de cuarenta metros cuadrados, y los ricos y muy ricos en su «casa palacio». El que es pobre comerá de lo que coge en los contenedores y el rico tirará lo que le sobra, lo que es lo mismo, el rico come cuando tiene ganas y el pobre cuando tiene qué. La salud del pobre esperará por un diagnóstico y una operación, más o menos un año, y al rico se opera de inmediato, hasta en domingo. El pobre le cuesta encontrar trabajo y con suerte, puede recibir una ayuda familiar de 400 € para vivir hasta seis personas y el rico puede despedir alegremente a sus empleados…
En España tenemos la sensación de que la justicia se puede comprar, teniendo dinero y padrinos no hay quien te atrape…
Últimamente vemos como en el Consejo General del Poder Judicial se pisan los unos a los otros —como en política— y puede parecer sospechosa esa lucha de los partidos por tener jueces afines en el poder judicial y me pregunto… ¿Es para que defiendan y velen por los valores y principios del partido en bien de la sociedad o para defensa particular de los integrantes del propio partido? Creo que la justicia debe ser imparcial y no inmiscuirse en la política ni los políticos interferir en la justicia. La justicia debe cumplir su cometido ajustándose a la ley, cumpliendo la ley y haciendo que se cumpla la ley.
La Justicia está para impartir justicia… La Justicia no puede ser injusta ni puede dar a entender que, según quién, se aplica.
A veces tenemos la sensación de que no nos podemos fiar porque, una, que está politizada y otra, que según que juez te puedes librar.
Dicen que quién hizo la ley hizo la trampa y que la justicia es como una telaraña que deja pasar a un elefante y atrapa a la mosca. Cuando se llega a cuestionar a la justicia, tanto por los políticos como por la ciudadanía es que se evidencian cosas que no se pueden comprender, porque la justicia no se puede saltar la ley y lo peor de todo es que, los mismos jueces y fiscales parecen cuestionar su aplicación.
Muchas veces no sale uno del asombro al saber que unos terroristas han sido condenados a mil años de cárcel, pero como somos muy complacientes, sólo cumplirán unos veinte años, y si se portan bien se le rebajará la pena y, total, que en diez años estarán libres. Tenemos la sensación de que sale barato ser delincuente, chorizo y más lindezas. Robas millones, estás en la cárcel diez años viviendo gratis… como no tienes que devolver el dinero, sales y a vivir a cuerpo de rey con el dinero que robaste.
Las leyes están para que se cumplan y se apliquen lo que entendemos como «el que la hace que la pague». Las personas que han sido dañadas y la sociedad en general, necesita de la justicia para ser resarcidos de los daños que afectan nuestra persona, nuestras pertenencias y de nuestro honor y la sociedad puede vivir tranquila en paz y libertad sintiéndose amparada y protegida en su derecho democrático.
Cuando una sociedad siente que no se puede fiar de los que le gobiernan ni de los que imparten justicia, muy feo está el panorama y para poder recuperar la confianza es necesario que los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial desempeñen su trabajo sin cuestionarse unos a otros mostrando firmeza e independencia, así, poco a poco, la sociedad Española puede volver a confiar sin cuestionar los valores democráticos.
La sentencia justa es la que aplica la justicia. Deseo que ningún inocente sea reo de pena y que ningún culpable se libre de su castigo… Yo, hoy y siempre apelo a la justicia divina, a la justicia del amor.
Fotografía: Steve Calcott, cc. Desaturada de la original.
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