lunes, 8 de agosto de 2011

Somos aves peregrinas


Somos aves peregrinas
sin cobijo en la tierra.
Aquí todo nos es prestado.
Nuestro nido nos espera.
Nos esperan…
Más allá del firmamento,
donde penden las estrellas,
donde se acaban las rutas
y se reflejan las huellas.
Un puente es el camino,
el arco iris su estela.
Navegando por las nubes
sin timón, a toda vela.
Abajo un campo de espigas
rubias, se balancean.
La canción de despedida
es cadenciosa, marinera.
En la grupa de los vientos,
alejándose la esfera.
El alma exhala el adiós…
ave que ahora es eterna.