«El valiente tiene miedo del contrario; el cobarde, de su propio temor». Francisco de Quevedo.
Han sido muchas las voces que se han alzado desaforadamente en España en contra del coste de la visita del Papa, pero se han equivocado porque ha salido gratis y, además, la imprescindible labor de acción de la Iglesia se centra en enseñanza, sanidad y obra social y es impresionante el ahorro que supone al Estado. Hay que informarse antes de manifestarse, ya se sabe «la ignorancia es muy atrevida».
Según datos reales de todos los servicios que lleva a cabo la tan «denostada» Iglesia, le ahorra a usted, sí a usted que salió a la calle a protestar porque no quería que «de sus impuestos» se costearan los actos de la visita del Papa Benedicto XVI.
Pues para que se sepa, detallaremos algunas de las prestaciones que costean los católicos, ahorrándoselo al erario público, donde se supone que está «su dinero» que va a costear entre otras cosas: mala educación, guerras, abortos, eutanasias y un largo etc., que hablan por sí sólo de la calidad humana de este país nuestro.
En lo primero que se equivocan es en la denominación de España. España es un país «aconfesional» y no «laico» como ustedes promulgan, aunque nadie puede negar, ni borrar, ni arrancar sus raíces cristianas.
En segundo lugar, ni ateos, ni sindicatos, ni excuras rencorosos pueden decir que son obligados: Jesús a nadie impuso su amor, le amamos libremente, por tanto, nadie obliga a nadie como para llegar a formar una plataforma de protesta como se hacen llamar (…) para salir a la calle en un alarde de intolerancia, con el fin de enfrentarse a los miles de pacíficos jóvenes que voluntariamente se congregaron al calor de la llamada de la Fe.
Y tercera cosa, nadie que dice ser demócrata sale a la calle cegado de ira a vociferar consignas de tan mal gusto, con lo cual, con eso se da a entender lo poco tolerante y lo poco que respeta a los que no son ni piensan como usted.
¿Ha visto? Los católicos no hemos salido a la calle a protestar en contra de su plataforma, nosotros respetamos su libre pensar y elección, y le recuerdo que la libertad es un don otorgado por Dios. Usted y yo somos libres desde que nacemos, no es algo que ha facultado Zapatero.
Los católicos tenemos el ejemplo y testimonio de amor de Jesús: «Ama a tus enemigos…» El que ama a Jesús ama a Dios Padre que es el creador de todo lo grande y maravilloso que te rodea a ti y a mí… Lo malévolo y mesquino de los humanos es fruto de su cosecha: su soberbia, prepotencia e ignorancia pone de manifiesto su árido corazón.
Voy a enumerar algunas de las cifras de la «odiada» Iglesia Católica y eso no se sabe y no interesa saberlo, aunque realmente al que no le interesa que se sepa es al gobierno de este país «libre y tolerante», interesado en que la cizaña crezca por doquier, deja que «encantadores voceros» vayan contaminando la verdad, porque se necesita de carnaza para que las «fieras» se ensañen y mientras están distraídos no ven los grandes desaguisados y despropósitos de su desgobierno… Pues, a saber:
5.141 centros de enseñanza; 990.774 alumnos. Ahorran al Estado 3 millones de euros por centro al año.
107 hospitales. Ahorran al Estado 50 millones de euros por hospital al año.
1.004 centros entre ambulatorios, dispensarios, asilos, centros de minusválidos, de transeúntes y de enfermos terminales de SIDA; un total de 51.312 camas. Ahorran al Estado 4 millones de euros por centro al año.
Gasto de Cáritas al año: 155 millones de euros (salidos del bolsillo de los cristianos españoles).
Gasto de Manos Unidas: 43 millones de euros (del mismo bolsillo).
Gastos de Obras Misionales Pontificias (Domund): 21 millones de euros ¿Imaginan de dónde sale?
937 orfanatos, 10.835 niños abandonados. Ahorran al Estado 100.000 euros por centro al año.
365 centros de reeducación para marginados sociales: exprostitutas, expresidiarios y extoxicómanos (53.140 personas).
Ahorran al Estado, medio millón de euros por centro al año.
El 80% de gastos de conservación y mantenimiento del Patrimonio histórico-artístico… Se ha calculado un ahorro aproximado al Estado de entre 32.000 y 36.000 millones de euros al año.
A todo esto tenemos que sumar que casi la totalidad de personas que trabajan o colaboran con Manos Unidas, Cáritas, etc… son voluntarios «sin sueldo» (aunque a algunos les extrañe es cierto, hay personas que trabajan por los demás sin pedir a cambio un salario). ¿En cuánto podríamos cuantificar su trabajo?
Esta es la razón por la cual el Estado Español sigue dando algunas ayudas a la Iglesia Católica, por que le sale muy, pero que muy barato, y lo asombroso es que nadie (o muy pocos) incluso católicos, saben de este ahorro esencial para que la economía española vaya bien.
Como contrapartida, ¿cuántos comedores para indigentes ha abierto CCOO? ¿Cuántos hospitales para enfermos terminales y de SIDA mantiene abiertos UGT? ¿A dónde puede ir un necesitado a pedir un bocadillo, a la sede del PP? o ¿a la del PSOE? o quizás ¿a la de IU? Pues todos estos viven de nuestros presupuestos.
¿Por qué no se da publicidad de esta gran labor social, humana y cristiana en los medios de prensa, radio y televisión?
No podemos por menos que sentirnos orgullosos de ser católicos, y los que critican injustamente a la Iglesia, les pediría que primero valoren su inconmensurable labor de servicio, entrega y ayuda a los necesitados de dignidad, de calor humano, de abrigo y comida…
¡Abre tu corazón… sonríe! Estos ejemplos de vida son para imitar y no para descalificar.
Fotografía: Gayle Nicholson, cc.
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