sábado, 31 de agosto de 2024

Cuiden sus vidas

 


Emotivo mensaje de Eriksson en la recta final de su vida a causa de un cáncer terminal: "Cuiden sus vidas".

El exentrenador sueco Sven-Göran Eriksson, fallecido el pasado 26 de agosto, en su despedida, al conocer en enero de 2024 que padecía un cáncer de páncreas terminal, dijo que esperaba ser recordado como "un buen hombre". Por su enfermedad hubo de apartarse de la actividad futbolística tras una dilatada carrera como seleccionador inglés y técnico de equipos como la SS Lazio, el IFK Göteborg y el SL Benfica, entre otros.

"Hay que aprender a aceptarla tal y como es. Con suerte, al final la gente dirá 'sí, era un buen hombre', pero no todo el mundo lo dirá. Espero que me recuerden como un tipo positivo que intentaba hacer todo lo que podía. No lo lamentéis, sonreíd. Gracias por todo, entrenadores, jugadores, público... Ha sido fantástico. Cuídate y cuida tu vida. Y vívela. Adiós", concluyó Eriksson en su despedida.

A sus 76 años, en enero de este año anunció que le habían detectado ese cáncer inoperable y que le quedaba "como mucho un año de vida". "Todo el mundo puede ver que tengo una enfermedad que no es buena, y todo el mundo supone que es cáncer, y lo es. Pero tengo que luchar contra ella el mayor tiempo posible", comentó al respecto.

Eriksson era consciente de que "en el mejor de los casos" su esperanza de vida sería "alrededor de un año", pero que sus médicos tampoco podían "estar totalmente seguros". "Es mejor no pensar en ello. Hay que engañar al cerebro. Podría ir por ahí pensando en eso todo el tiempo y sentarme en casa y sentirme miserable y pensar que tengo mala suerte y cosas así", indicó.

El extécnico protagonista del documental 'Sven', en palabras recogidas por el diario inglés 'Mirror', dijo que ha tenido "una buena vida" y que cree que "todos tenemos el día de nuestra muerte, pero la vida también es muerte". En el documental, Eriksson prefiere ahora ver "el lado positivo de las cosas" y no enterrarse "en los contratiempos" surgidos a raíz de su enfermedad terminal, aunque sabe que "este es el mayor contratiempo de todos".

Este mensaje "cuiden sus vidas" te lleva a reflexionar sobre qué valor le damos a nuestra vida. Las leyes y las normas han sido creadas para regular los comportamientos de la sociedad, sin embargo, si somos personas centradas en la vida y basados en el amor por nosotros y por el prójimo, partimos del respeto y la cordialidad, del trabajo y del servicio, de la bondad y la misericordia.

La sencillez en nuestra actitud abre las buenas relaciones con todos. Más allá de lo que hayamos logrado en la vida, en cuanto a lo económico o lo intelectual, la mayor virtud es ser limpios de corazón y humildes de comportamiento.

Todos los seres humanos somos valiosos y tenemos talentos que nos pueden ayudar a lograr el éxito. Lo importante es tener la actitud correcta con entusiasmo y pasión por aprender y poner en práctica los conocimientos adquiridos. 

Quien quiere cambiar su realidad actual debe trabajar muy duro, para adquirir nuevas competencias y habilidades que le permitan aprovechar las oportunidades con el apoyo de todo su entorno.

No es posible amar a otros y tener grandes logros, si no nos amamos a nosotros mismos primero. La mejor forma de demostrar el amor por nosotros mismos es alimentar nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestro espíritu.

Alimentar nuestra mente significa buscar información, adquirir conocimiento, ponerlo en práctica, hacerlo repetidamente para lograr experiencia, enseñar a otros a realizar esas tareas y continuar el siguiente ciclo de crecimiento.

Alimentar el cuerpo significa cuidar la salud, desde lo que comemos hasta cómo tratamos a nuestro templo personal, que es lo que sostiene nuestra vida. No nos podemos amar si nos hacemos daño a nosotros mismos.

Alimentar el espíritu es lograr el equilibrio emocional y la paz interior a través de la fe y el amor. Quien obra con fe vive con confianza y eso apacigua la incertidumbre. Quien vive el presente con entrega, acepta responsablemente sus acciones y cada nuevo día le ofrecerá una nueva oportunidad de vivir feliz.

Un ser humano centrado en la vida aporta a su comunidad sus mejores acciones para empujar todos juntos hacia una vida más equilibrada y de mejor calidad. No puede haber amor y entrega cuando se difunde el odio, la intolerancia, la manipulación, el abuso de poder o conductas egoístas que coartan la libertad de crecimiento.

Es importante que cada día reflexionemos sobre nuestra conducta, para asegurar que no caigamos en abusos a los demás, cargándoles nuestras cargas y miserias. Pensar solo en nuestros intereses es un error, porque claramente en las acciones mal intencionadas hay maldad. Cuidemos de nuestro templo personal y de los templos del entorno. Correspondamos recíprocamente a los cuidados de nuestra familia y de nuestro planeta. 

Cuidar la vida. Defender la vida… son las dos caras de la misma realidad, ya que vivimos una vida a la que amamos. Para defender la vida hemos de situarnos en posición de defensa, tenemos que defender nuestra dignidad intransferible, porque la dignidad es una valor intrínseco que trae consigo el ser humano al nacer. Es decir, hemos de defender lo que es nuestro para que nadie nos lo arrebate y nos venga a echar su basura. Debemos defender nuestra casa de cualquier intrusismo, fuere el que fuere. Hemos de despojarnos  de todo lo negativo y alejarnos de las personas atadas a su egoísmo y atraer a los que te igualen en generosidad y nobleza. Nuestra mirada ha de ser clara frente a la realidad de las cosas, no conformarnos con lo que se nos ofrece sin cuestionar lo que no es puro y sincero, lo que no nos aporte crecimiento. La defensa se activa cuando queremos cambiar algo para proteger lo que creemos válido… Por eso, no nos conformemos con la indiferencia, luchemos para llegar a lo bueno y a lo que haga de nosotros personas más sensibles y verdaderas.

Buscar ser felices y sentirnos bien es una tarea para muchos aún pendiente. Una pauta fundamental, como primer paso para conseguirlo, es que aprendas a conocerte para valorar más tu vida y saber cómo quieres vivirla.

Los momentos en los que nos enfrentamos a nuestro miedo es cuando más cerca nos encontramos de esa consciencia y entendimiento personal que nos permite saber qué valoramos y qué no, qué deseamos que ocurra y qué buscamos como seres humanos y enriquecimiento interior. Cuando eres sincero contigo mismo, tocas tu cielo emocional y escuchas a tu corazón y sus deseos más brillantes, y visualizas tus sueños y tus metas en la vida. Entonces es cuando sabes 'qué quieres' y lo más importante, 'cómo quieres conseguirlo'.

Todos sabemos en nuestro precioso interior, lo maravillosa que es la vida, sobre todo, cuando somos felices y aspiramos a serlo cada día, junto a quienes nos quieren y queremos.

"¡Cuiden sus vidas!". Valorar nuestra vida es un aspecto clave que garantiza nuestro bienestar.

Que Dios nos bendiga a todos.


Fotografía: Internet




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