sábado, 10 de febrero de 2024

¿Se puede morir de amor?



En el amor siempre hay algo de locura, pero también hay siempre en la locura algo de razón. Friedrich Nietzsche.

El amor es uno de los sentimientos más fuertes que existen. Los lazos afectivos que pueden establecerse con la persona amada pueden incluso cambiar todos aquellos principios que habíamos creído firmes durante toda nuestra vida o llevarnos a hacer cosas que jamás imaginamos. Pero, ¿qué pasa si esa persona a la que hemos entregado nuestro corazón nos deja o fallece? ¿Qué ocurre si nos sentimos morir de amor?

Aunque es una expresión que solemos utilizar constantemente, ¿se puede morir de amor? Existen algunos estudios que aseguran que sí es posible que una persona muera tras un proceso amoroso doloroso. Estos estudios revelan que la tristeza que sentimos ante la pérdida del ser querido puede conllevar algunas enfermedades que nos llevarían, en el peor de los casos, a la muerte.

La pérdida de un ser amado, ya sea porque nos han abandonado o por la propia muerte del ser querido, es uno de los factores determinantes para creer que se puede morir de amor. Existen muchos casos en la historia en la que, cuando ha fallecido una persona, al poco tiempo fallece su cónyuge o compañero de viaje.

Entonces, ¿se puede morir de amor? Decir que sí sería aventurarse demasiado. Sin embargo, es cierto que la pena es un dardo directo al corazón, y no hablamos en sentido figurado. Según un estudio de la Sociedad Europea de Cardiología, la relación entre tristeza extrema y patologías cardíacas es un hecho evidente. Si Isolda hubiese sido un personaje de carne y hueso podríamos asegurar que lo que sufrió al conocer la muerte de Tristán fue una especie de ataque al corazón, claro que entonces el desenlace no habría sido ni tan fatal ni tan romántico.

Cuando nuestro corazón se somete a un estrés emocional intenso, como la muerte de un ser querido, puede “romperse”. La producción de adrenalina se dispara tanto que debilita el músculo cardíaco hasta tal punto que el ventrículo izquierdo del corazón adquiere una forma cónica.

Conocemos muchas historias sobre parejas que mueren con pocos días de diferencia. En su mayoría suelen ser personas mayores y se suele asociar esta muerte con un sentimiento de amor poderoso. Aunque en otros casos también se cree que la fuerte dependencia del uno por el otro les hace sumirse en un estado de depresión, en el que dejar de comer y cuidarse provoca el terrible final, dice la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

“La perfección del amor es morir por amor”. Denis de Rougemont.

Morir de amor, ¿es posible? ¿Se puede morir de amor? ¿Puede ser esto una realidad o hay alguna posibilidad de que exista una explicación científica para ello? Seguro que alguna vez has podido escuchar algún caso en el que una persona muere y al poco tiempo muere su esposo o esposa. Y es que muchas personas nunca logran superar la muerte del ser amado y esto parece ser la causa de una muerte repentina.

¿Puede el propio dolor de la pérdida hacer enfermar al cuerpo? ¿Puede morir una persona por el simple hecho de decidir que ya no quiere vivir? En definitiva, ¿Realmente se puede morir de amor? En principio resulta complicado hallar una respuesta científica, ya que no existen medidores del sistema inmunológico. Algunos expertos han intentado arrojar un poco de luz sobre el tema buscando la relación entre la aflicción por la pérdida del ser amado y si estos cambios pueden reflejarse en el propio cuerpo.

“Lo único que me duele de morir, es que no sea de amor”. Gabriel García Márquez.

De hecho, muchos sostienen que la soledad y la tristeza parece tener cierta relación con algunas enfermedades, con lo cual parece posible afirmar que el perder a la pareja puede tener un impacto directo sobre la esperanza de vida. Muchos de los encuestados afirmaban que se sentían como si realmente les hubieran quitado una parte de su cuerpo o como si los hubieran partido por la mitad.

En cualquier caso, el doctor Freddie Negron, especialista en medicina paliativa del Instituto Miami Vitas, defiende la teoría mente/cuerpo/luto. Esto quiere decir que las causas por las que una pareja podría morir tras el fallecimiento del ser amado podrían estar en una latente enfermedad cardíaca que se agrava con la depresión y la tristeza.

“El amor es como don Quijote: cuando recobra el juicio es para morir”. Jacinto Benavente.

 

Ser uno mismo y estar en los otros.

Vivir en una soledad poblada.

Forjar vínculos indestructibles.

Abrazar sin invadir.

Amar sin anular.

Comunicar sin agotar.

Ser uno mismo.

Ser nosotros. Crear mundos,

inspirar sueños, restañar heridas.

Desplegar la vida en el tiempo.

hablar en el trueno y el susurro,

ser batalla sin muertos.

Somos imagen del Dios de los encuentros.


Fotografía: Internet

  

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