En el hermoso caos del Carnaval, el cuerpo se despoja de
etiquetas y se entrega a la danza de la alegría y al desenfreno. Hay quienes en el carnaval descubre
cómo la festividad despierta los sentidos y los sumerge en un mundo lleno de personajes, máscaras, colores y emociones desbordantes.
Carnaval, carnaval... Los Carnavales se pueden vivir de dos maneras: quedándote en tu ciudad y más de lo mismo o aprovechando para hacer una escapada a alguna localización de estas de “por lo menos una vez en la vida hay que ir”. La primera opción tiene el encanto de disfrazarse con familiares y amigos, mientras intentas adivinar de qué irá disfrazado tu compañero o vecino. La segunda es para los más aventureros, para los que quieran beneficiarse de que siempre cae algún día de fiesta para ir a ver mundo.
En Brasil el mayor espectáculo lo tenemos en los Carnavales de
Río de Janeiro, que son, básicamente, la fiesta hecha fiesta. Te conozco
mascarita. Aquellos que quieran irse fuera pero tampoco tan lejos, tienen una
cita pendiente en Venecia. Una hora menos, pero una semana más. En España no
nos quedamos atrás y los carnavales de Canarias se llevan el oro. Además de los
concursos (de murgas, comparsas, rondallas, etc.), las cabalgatas y los cosos,
los canarios eligen a su reina y ‘reinona’ del Carnaval. También hay que decir
que es la única región donde los Carnavales se alargan más de una semana (y si
vas de pueblo en pueblo y tiras-porque-te-toca hasta Semana Santa tienes
fiesta).
No hay carnavales sin disfraz perfecto. Un disfraz perfecto
se amolda al entorno, pero destaca, porque, ante todo, todos quieren ser
originales. Para los más expertos y sociables, los trajes grupales. Subrayo lo
de expertos porque ser parte de un grupo de amigos, no basta. Esto requiere de
una coordinación y un saber estar, para que todo salga bien. Y lo que es muy
importante: hay que entrar en el personaje, hacerse uno con él.
«La vida es un carnaval»: Uno de los refranes españoles más
utilizados. Seguro que en más de una ocasión habrás acabado alguna conversación
con esta frase que suele utilizarse en contextos en los que se busca frivolizar
a partir de algo doloroso o algo que nos preocupa. Puede que no lo sepas, pero
el origen de este refrán que es bastante usado, parece estar en una canción que
seguro has escuchado.
«La vida es un carnaval». A pesar de que se trate de un
refrán o frase hecha bastante popular y que todo el mundo conoce y habrá
pronunciado en más de una ocasión, no se ha encontrado orígenes ancestrales. De
hecho, parece que la frase surge en realidad de una canción llamada
precisamente así e interpretada por la artista cubana Celia Cruz. Un tema
escrito por Victor Daniel en 1997 y lanzada en 1998 que rápidamente se
convirtió en uno de los mayores éxitos en la carrera de Celia.
El significado de «La vida es un carnaval» está asociado con
ver la parte positiva de las cosas. De entender la vida desde la perspectiva de
las cosas buenas que nos pasan y no de las malas. De ser positivo y pensar que
todo lo malo pasará. Si lo piensas, el carnaval dura muy pocos días y como
decimos, siempre se asocia con la alegría y la diversión y de desinhibición. De alguna manera, lo podemos
comparar con lo efímera que es en realidad la vida y que, siendo tan corta, es
mejor que nos centremos en la alegría de vivirla.
La época del Carnaval se identifica siempre con la fiesta, la
alegría, la celebración y también con el hecho de «cambiar» o de «ser otra
persona» aunque sea durante unas horas gracias a las máscaras y disfraces. Una
fiesta muy popular en España, y en otros muchos países y que siempre se asocia
con la diversión de modo que acuñar la frase o el refrán «La vida es un
carnaval», tiene que ver con el sentido de dicha celebración.
Si lo piensas, el Carnaval dura muy pocos días y como
decimos, siempre se asocia con la alegría. De alguna manera, lo podemos
comparar con lo efímera que es en realidad la vida y que, siendo tan corta, es
mejor que nos centremos en la alegría de vivir la vida.
Esta inhibición de ser otro, de no hacerse pasar por uno
mismo, hace que sean los días del año que más gente se conoce y más se liga, y como don carnal llama a la carne, hay más de uno que lo toman muy en serio y va a por todas. Así, además, aprovechas para
pasar San Valentín en compañía, que este año coinciden las dos fiestas en la
misma semana. Si la Navidad es perfecta para estar en casa con la familia, los Carnavales
son para abrirse al mundo sin ningún tipo de pudor. ¡Allá tú!
Fotografía: Internet
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