Los padres que verdaderamente se aman siempre serán el tipo de padres que dan el ejemplo a sus propios hijos. La vida puede tener altibajos, pero vivir la vida con alguien a quien realmente amas y respetas, hace que todo sea maravilloso y el hogar sea un remanso de paz.
Dentro de los acontecimientos personales, la fecha del aniversario de boda es
uno de los más populares, celebrándose como el comienzo de una nueva etapa en
la vida y de un proyecto en común en pareja.
Cada año, el aniversario de boda es un momento para recordar
entre los contrayentes y sus hijos y nietos si los hubiere. Es habitual que los
aniversarios se celebren en privado, excepto en los aniversarios n.º 25, 50,
60, 65, 70 y 75 (plata, oro, diamante, platino, titanio y brillantes). Los 70 y
75 son los más excepcionales porque tendríamos que llegar a centenarios. En los
aniversarios de bodas es lógico que los contrayentes reciban regalos
conmemorativos por parte de sus familiares y amigos. Para aquellos que profesan
alguna religión, es costumbre que se lleve a cabo algún tipo de celebración
según sus creencias.
Este año celebraríamos en familia un acontecimiento muy
especial… el aniversario de las Bodas de Brillantes de mis padres. Mis padres
en sí mismos son una joya muy valiosa, un gran tesoro que Dios me regaló. Pero
hoy, aunque no puedo abrazarlos y felicitarlos en persona, lo hago desde mi
corazón agradecido porque gracias a su unión pude nacer yo y estar tan
orgullosa de los padres que tengo.
¡Vivan los novios! ¡Vivan mis padres!
Hace setenta y cinco años, tal día como hoy 19 de enero, era
una mañana fría de invierno, mis padres recibieron el Sacramento del
Matrimonio y se fueron felices de la mano a formar su hogar. Mis padres, Margarita y Froilán, eran dos jóvenes alegres, amables
y cariñosos y por ello, muy queridos por familiares y vecinos.
Hoy se cumplen 75 años de casados… ¡qué se dice pronto! Pero, la vida que los unió, los separó a los 31 años de casados, porque Dios llamó a mi padre y dejó a mi madre unos diez años más celebrando su aniversario en soledad, para ella fueron 42 aniversarios. Cuando llegaba el aniversario yo me interesaba por saber las emociones que embargaban a mi madre y ella me recordaba todo lo acontecido aquel día tan especial.
Mis padres, durante los años que Dios les regaló para que
compartieran su amor, en armonía y respeto, mostraron su fortaleza y el gran
cariño que se profesaban. Eran el uno para el otro, dos confidentes que se
confiaban todos sus secretos y emociones, dos grandes amigos que se amaban y
respetaban sobre todas las cosas. Durante los 31 años de unión tuvieron diez
hijos y cuatro nietos, después nacieron ocho nietos más. Vivieron un sin fin de
vicisitudes, situaciones llenas de sonrisas, alegrías, incertidumbre y
sufrimiento… pero ellos, desde la fe, supieron
sobreponerse a todas las circunstancias, para mí su ejemplo, un gran motivo
para sentirme orgullosa de mis padres.
Por siempre… ¡Vivan
mis padres! Dos almas gemelas que se amaron en armonía y cariño. Dos corazones
nobles, generosos, serviciales, solidarios. Dos cristianos bondadosos que
sembraron las enseñanzas de los valores de convivencia, respeto, sinceridad,
humildad, verdad, honestidad. Dos personas admirables que transmitían bondad y
paz, y deseaban que sus hijos fueran buenas personas, que ni mientan ni
calumnien y si en algo se equivocan, rectifiquen y pidan perdón. Pero, una
cosa es ser buena persona y otra es dejarse pisotear, si alguien te pisotea, te
desprecia y no pide disculpas ni es capaz de reconocer que ha actuado a sabiendas para hacerte daño, no
puedes caminar a su lado, porque te ha demostrado que no te quiere en su vida,
y donde no me quieren no estoy. Gracias mamá y papá, porque gracias a la fe que
me han transmitido sigo caminando con ustedes en la memoria y en el corazón.
He tenido la bendición de presenciar el amor más puro y
verdadero, el amor de mi madre y mi padre. El amor hace crecer alas debajo de
los brazos de las dos personas que te dan la vida, eres fruto de su amor y te
elevan alto para que recibas el amor de Dios.
Mamá, Papá… Gracias por amarse y enseñarnos el verdadero significado del matrimonio. Hoy entre ángeles su amor sigue brillando entre las estrellas del cielo.
Mamá, papá, ¡dónde estaría yo sin ustedes dos! Son el amor de mi vida. Envíenme su bendición. ¡Les quiero!
¡Feliz aniversario!
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