No existe una mejor prueba del progreso de la civilización
que la del progreso de la cooperación. Oscar Wilde.
¿Qué es el progreso? Mejora o avance que experimenta una sociedad hacia un estado mejor, más avanzado o más desarrollado. El
progreso es un concepto que indica la existencia de un sentido de mejora en la
condición humana. Desarrollo continuo, gradual y generalizado de una sociedad
en los aspectos económico, social, moral, científico, cultural, etc.
¿Qué se entiende por progreso? Si bien el progreso se define como un movimiento hacia el logro de metas, objetivos y resultados, este no es necesariamente sistemático y constante. El progreso es signo peculiar del hombre, carácter constitutivo de su actividad. Se manifiesta en la esfera del conocimiento, crece hacia dentro mediante la reflexión y hacia fuera mediante la expansión aplicativa de las ideas. Requiere un saber de sí mismo, en la potencialidad y en la acción, un conocimiento sobre sí y sobre las cosas.
Primordialmente el progreso es un hecho de conciencia, porque
sólo el hombre progresa sabiendo que progresa, y constituye así el progreso una
aspiración consciente. Comparte con los otros seres la finitud, como comparte
el destino final de la muerte o del acabamiento, pero sólo él sabe prolongarse
en las obras a la vez que es el único ser que sabe que tiene que morirse.
Gracias a la obra consciente, la muerte se llena de vida, porque se llena de
sentido. El progreso es de este modo la imagen con que la trascendencia se
refleja en la temporalidad de la existencia. La vida, jalonada por etapas en
las que se cumplen fines conscientes, es una sucesión de metas señaladas por
tendencias constitutivas de aspiraciones y determinantes de movimientos que la
inteligencia señala y la voluntad cumple. Cabe así considerar el progreso como
un hecho moral en virtud de que está referido a un sujeto moral o emana de éste
(aquí radica la diferencia entre lo técnico y lo humanístico) y entraña
realizaciones siempre impregnadas de esta esencia.
La esencia de la idea de progreso imperante en el mundo
occidental puede enunciarse de manera sencilla: la humanidad ha avanzado en el
pasado, avanza actualmente y puede esperarse que continúe avanzando en el
futuro. Pero cuando preguntamos qué significa "avanzar" las cosas se
tornan necesariamente más complejas. Sus significados abarcan todo el espectro
que va desde lo espiritualmente sublime hasta lo absolutamente físico o
material. En su forma más común, la idea de progreso se ha referido, desde los
griegos, al avance del conocimiento y, más especialmente, al tipo de
conocimiento práctico contenido en las artes y las ciencias.
A nuestro entender, la perspectiva del progreso es usada,
especialmente en el mundo moderno, para sustentar la esperanza en un futuro
caracterizado por la libertad, la igualdad y la justicia individual. Pero
observamos también que la idea de progreso ha servido para afirmar la
conveniencia y la necesidad del absolutismo político, la superioridad racial y
el estado totalitario. En suma, casi no hay límite para las metas y propósitos
que los hombres se han fijado a lo largo de la historia para asegurar el
progreso de la humanidad.
Progreso es igual a avanzar en conocimientos y sabiduría,
para estar más preparados y ser más capaces de entender nuestro mundo, esas
enseñanzas nos llegan a través de la educación y la cultura. El progreso de una
sociedad civilizada se mide por su nivel de educación. La cultura es fuente de
inteligencia, la ciencia es fuente de conocimiento y los humanos estamos
llamados a desarrollar nuestras capacidades para contribuir a un mundo mejor,
con más humanidad y menos dependencia y sufrimiento. El progreso es crecimiento
personal y no lo que nos vende gobiernos bananeros que someten al pueblo a sus dictados sin respetar la libertad democrática del libre pensamiento, que no libertinaje. Deshumanizar es volver a las cavernas, donde el más
fuerte impone su ley y pisotea sin piedad al más débil.
¿Por qué debe importarnos el progreso social? El ser humano
es social por naturaleza, forma parte de una comunidad. El nivel de felicidad
individual aumenta cuando las condiciones de bienestar a nivel social también
son mayores. Un ejemplo es el retorno que supone apostar por el emprendimiento
social.
Aquellas personas que viven en un espacio que propicia el
aprovechamiento de las oportunidades disponen de mejores condiciones que
quienes viven en un lugar en el que no se produce este hecho. Por medio de esta
visión de la realidad, es posible impulsar el bienestar a través de la creación
de entornos con elementos indispensables para aumentar la calidad de vida de
quienes viven allí.
Nadie debe desanimarse mientras haga progreso, aunque sea
lento. Platón.
El progreso se construye entre todos. Un país está llamado a progresar,
el progreso impulsa a mejorar las condiciones de vida de los habitantes. Otra
cosa es, que proclamando progreso nos lleven al retroceso. Y eso lo estamos
viendo hoy en España. España en estos momentos vive un momento crítico, porque la ambición personal sin límites, propasa los límites legales y nos puede arrastrar a la deriva de una dictadura. La
independencia de los Poderes está en juego y ahí nos topamos
con la delicada línea que lleva a una democracia a la dictadura.
El progreso social debe importarnos como un deber ético y
moral. Es decir, es una responsabilidad que cada ser humano tiene como
ciudadano. Pero, son las autoridades competentes las que desde su posición
pueden influir realmente en la puesta en marcha de acciones efectivas que
mejoren las condiciones de un futuro mejor.
Si un ser humano puede llegar a ser su mejor versión a nivel
personal, esta evolución es más realista cuando forma parte de una sociedad que
también reúne esta excelencia y que produce un efecto nutritivo en el estado de
ánimo que infunde la confianza puesta en quienes nos gobiernan.
Por tanto, el progreso social constituye un objetivo
necesario y deseable en el presente. Puesto que es ahora cuando los países
pueden trabajar para desarrollar acciones específicas con las que alcanzar el
escenario deseado, para que las futuras generaciones puedan seguir forjando un
destino más amable y más humano donde alcanzar la excelencia como civilización.
Hemos puesto demasiadas expectativas en el supuesto hombre
civilizado y, por eso, cuando éstas no se cumplen nos sentimos defraudados. En
realidad, estamos mucho menos evolucionados de lo que pensamos, y nuestra
realidad está más gobernada por las emociones, instintos y pasiones que por el
juicio, la razón o la reflexión. Recordemos algunos ejemplos: guerras, terrorismo,
homicidios y asesinatos, violencia en todas sus formas, abuso infantil,
fanatismos, intolerancia, insolidaridad, terrorismo ambiental, etcétera...
El progreso social es la evolución de la sociedad hacia un
escenario ideal que repercute positivamente en el bienestar de los miembros de
ese grupo social. Por tanto, gracias a este progreso, las personas pueden tener
un mejor nivel de vida.
El progreso no consiste en aniquilar hoy el ayer, sino, al
revés, en conservar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de crear ese
hoy mejor. José Ortega
y Gasset.
Fotografía: Internet
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