sábado, 1 de octubre de 2022

Un vínculo especial...

 


Los abuelos son magos con capacidad de crear recuerdos inolvidables para sus nietos.

Entre abuelos y nietos existe un vínculo muy especial. Y, ¿qué es lo que hace que la relación entre abuelos y nietos sea tan especial? Los abuelos y las abuelas son figuras muy importantes en la vida de una familia. Son fuente de amor, alegría, complicidad y grandes transmisores de valores que les darán a sus nietos una base y unos pilares que les ayudarán a formar su identidad, a convivir mejor con los demás y a enfrentarse a todas las adversidades.

Los nietos que mantienen una relación habitual con sus abuelos, se beneficiarán de un fuerte vínculo afectivo. Ese vínculo especial contribuye en la creación de relaciones saludables con personas de otras generaciones, que les ayudará a mantener su equilibrio emocional al sentirse protegidos y considerados. “Un abuelo puede servir como un modelo para aprender cómo hacer frente a la adversidad y las dificultades en la vida”, señala Dan Kindlon, un conocido psicólogo infantil autor de Raising Cain: Protecting the Emotional Life of Boys.

Como dice Margaret Mead- antropóloga estadounidense del siglo XX: “Todo el mundo debe tener acceso a los abuelos y nietos con el fin de ser un humano completo”.

Los abuelos aportan unas vivencias únicas, especialmente en la infancia de todo niño. La naturaleza es muy sabia y para ser abuelos hay que prepararse como cuando empezamos a tener hijos. Los nietos son un regalo, a través de sus ojos todo es más ilusionante y alegre, porque dan sentido a la existencia con el paso de los años... 

Quien tiene un abuelo tiene un tesoro, porque los abuelos son un poco padres, un poco amigos y un poco ángel de la guarda.

Las familias donde los abuelos están presente tienden a unirse más y a forjar lazos de un amor verdadero que perdura en los nietos por siempre. Es por ello que los nietos que crecen con la figura de estos seres maravillosos se enriquecen emocionalmente en gran medida, porque los abuelos saben entenderse con los nietos y amarlos generosamente.

Conversar con los abuelos les brinda a los niños perspectivas más amplias y les ayuda a comprender que son parte de una familia más grande, a conocer su pasado, su herencia cultural y a saber de sus padres cuando eran niños. Los abuelos te hacen conectar con la dinastía familiar haciendo de portavoces de la historia de las generaciones familiares.

La casa de los abuelos es especial, ellos saben hacer la diferencia porque suelen tener tradiciones y costumbres en sus hogares para disfrute de toda la familia, algo que sin duda hará que los nietos se empapen de vivencias especiales que nunca olvidaran. Tampoco olvidarán los ricos platos de la abuela y los cuentos de los abuelos. Las experiencias al lado de sus abuelos se convierten en bonitos recuerdos que les ayudarán a crecer y a poder desarrollarse adecuadamente. Por siempre en la memoria, las Navidades en casa de los abuelos, los domingos o una vez al mes para comer o pasar el tiempo de vacaciones cargadas de aventuras en casa de los abuelos...

Los abuelos enseñan lecciones que durarán toda la vida. Son personas llenas de conocimiento y sabiduría y los niños llenos de curiosidad e interés escuchan con mucha atención las historias de la vida de los abuelos, las anécdotas de cuando sus padres eran pequeños… Historias de varias generaciones que harán que los niños conecten y sientan que forman parte de un grupo de personas que fue, es y será siempre su familia. La figura de los abuelos da valor a la familia y hará que los niños crezcan de forma mucho más rica y placentera, llenos de un amor enlazado y compartido.

Por lo general, todos los nietos quieren y admiran a sus abuelos. Son la generación mayor y un pilar fundamental en la educación de los nietos, porque les transmiten esos valores de respeto, sabiduría, tranquilidad, fuerza, estabilidad, paciencia y cariño desde una experiencia sabia...

Es habitual escuchar la expresión "los padres están para educar y los abuelos para malcriar" y esto se debe principalmente al rol que cada uno tiene asumido en la sociedad: el trato de los padres hacia los hijos será más estricto, mientras que el de los abuelos será más afectuoso y consentidor.

Entre abuelos, nietos y nietas se establece una conexión muy especial que los acompañará el resto de sus vidas y que se hará aún más fuerte cuanto más tiempo pasen juntos. Pues bien, según la ciencia, no se trata solo de una cuestión de que el roce hace el cariño, sino que existe una explicación científica a ese importante vínculo que se establece en concreto y de una forma especial entre la abuela materna y todos sus nietos. 

Yo creo que la carga genética no lo es todo y no puede impedir que el cariño y la entrega de los abuelos paternos haga que surja entre ellos y sus nietos un vínculo muy especial y duradero. La realidad, además de lo que diga la ciencia puede ser muy diferente en cada caso. Cada familia es un mundo y quizá para un niño la abuela paterna tenga más presencia y aprenda más cosas de ella que de la abuela materna. Aunque algunas personas piensen que la abuela materna se puede implicar más en la crianza y desarrollo de los nietos, no tiene que ser siempre así. 

Muchas personas que tienen la suerte de haber crecido con abuelas y abuelos conocen bien que estas figuras pueden pulir el desarrollo de un niño de una forma única y valiosa. Desde los años 60, diversos estudios han postulado que una de las razones por las que las mujeres tienden a vivir décadas después de sus años reproductivos es que aumenta las posibilidades de que sus nietos sobrevivan a través del apoyo físico que a menudo brindan: la famosa "hipótesis de la abuela". La evidencia más reciente sugiere que el bienestar y el desempeño educativo de los niños también se ven impulsados por la presencia de abuelos comprometidos.

Cada vida es un mundo y realmente lo importante es que los padres se den cuenta de la importancia que pueden tener los abuelos en el desarrollo emocional de los niños y por este motivo, nunca está de más que los abuelos tengan una gran presencia en la vida de sus nietos. De esta manera, los pequeños podrán nutrirse de todo lo que éstos tienen que ofrecer, tanto su amor incondicional, como su experiencia, su serenidad, su paciencia, sus valores… Tanto abuelos maternos como paternos tienen mucho bueno que aportar para el bien de los nietos.

Dicen que los nietos son la mayor alegría de la vida, de eso no hay duda. Pero hasta el punto que una investigación reciente sobre el tema ha concluido que las abuelas pueden estar más conectadas emocionalmente con sus nietos que con sus propios hijos.

Es ley de vida; todos los niños tienen que disfrutar de sus abuelos y todos los abuelos disfrutar de sus nietos, porque en estas dos épocas de la vida, la seguridad y el afecto que se dan son imprescindibles y beneficiosa para ambos.

El corazón de los abuelos late junto al corazón de sus nietos: en el silencio de la noche, en la luz del sol de cada mañana y más allá de todo ese lazo invisible de amor sublime, se mantendrán unidos y no habrá fuerza que pueda romper ese vínculo.

Los hijos nos convierten en padres. Los nietos nos convierten en abuelos; y que nadie robe a un nieto el derecho a relacionarse con sus abuelos…


Fotografía: Internet

 

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