sábado, 8 de octubre de 2022

Puro sentimiento

 


Al decir verdad, uno de los sentimientos más puro es la ternura. La ternura es un sentimiento ante las personas que amamos y respetamos y que consideramos merecedoras de un amor o un cariño puro y gratuito, pero también hay cosas y situaciones que nos despiertan ternura. 

Definir la ternura con palabras no es fácil, pero si consultamos el diccionario nos viene a decir en primer lugar que es un sentimiento de cariño entrañable que manifestamos ante personas, animales, cosas o situaciones por su dulzura, ingenuidad, debilidad, amabilidad, candidez, delicadeza, inocencia, cariño, afecto o amor.

La segunda lectura que nos proporciona el significado de la ternura es, que es un sentimiento puro y espontáneo que demostramos con infinito mimo y una necesidad instintiva y desinteresada de proteger y cuidar a ese ser objeto de nuestra atención. Y todavía se podría hacer una tercera lectura sobre lo que significa la ternura y es que se trata de un sentimiento subjetivo. Es decir, no todas las personas nos despiertan el mismo sentimiento de ternura ni las mismas emociones ni sensaciones. 

Realmente a la hora de valorar un cariño auténtico sí se tiene en cuenta la ternura, y cuando nos tratan con ternura respondemos con ternura. La ternura no debería faltar en las relaciones familiares, de pareja o de amistad.  La cualidad de la ternura es un valor añadido a los rasgo deseables de la personalidad. En las personas que se manifiestan con ternura no cabe ningún acto de egoísmo. Por ejemplo, entre una madre y su bebé la ternura es espontánea y recíproca. 

La ternura es un estado de ánimo donde se mezclan la dulzura y el amor incondicional que reconforta a quien lo recibe y a quien lo ofrece. Alivia a los niños, a los enfermos, a los deprimidos..., pero a veces nos cuesta expresar este sentimiento porque puede poner al descubierto nuestra propia vulnerabilidad emocional.

En cualquier caso, cuando ofrecemos ternura nunca se busca la satisfacción personal, sino por el contrario, el alivio del otro. Sin embargo, la ternura también es analizada desde el punto de vista científico por la psicología que la define como una emoción reconfortante y sanadora.

Para la psicología, efectivamente, la ternura va más allá de una sensación o un gesto hacia algo o alguien y se postula también como un tipo de lenguaje que tiene su traducción en nuestras relaciones y cuya puesta en marcha es muy beneficiosa para nuestro bienestar.

O sea, que practicar la ternura nos hace sentir bien porque nos conecta con un registro emocional que nos hace experimentar calma, confianza y positividad cuando la llevamos a cabo. Y aunque pueda parecer mentira, por el mundo material en el cual estamos inmersos, hay muchos estudios que demuestran que la ternura sigue triunfando. Por eso, nos hacen disfrutar, por ejemplo, los vídeos de niños felices y graciosos o de cachorritos de animales, la ternura que nos transmiten esas imágenes, tienen un alto poder terapéutico generándonos bienestar psicológico.

La psicología también dice en relación a la ternura que aplicar esta proporciona calidad a nuestros vínculos, aunque actualmente en este campo sea un aspecto algo descuidado. La ternura es un acto que se traduce en afecto y empatía dentro de nuestras relaciones sociales porque se lleva a cabo de forma directa a través de la cercanía y hace aflorar en nosotros nuestra parte más dulce y sensible.

De este modo, en la pareja, la ternura da sentido al amor. Sin esos gestos cargados de ternura que regalamos al otro, el amor no se entiende, tampoco la sexualidad ni la convivencia. Faltaría un elemento importante que transmitimos a través del lenguaje de la ternura y que la otra persona percibe y le hace sentirse amada, respetada, valiosa y segura.

En el mundo infantil y de los animales el poder de la ternura es casi mágico. No sólo favorece el instinto de proteger y cuidar en quien la practica, sino que quien la necesita la registra como un acto amoroso de cariño.

La ternura es, además, según la psicología, una garantía de supervivencia porque se otorga normalmente a quien más lo necesita, niños, ancianos, enfermos, etc., y lo manifestamos mediante caricias, abrazos y afectos, algo por otra parte que confiere a que recibe un sentimiento de seguridad, felicidad y sentirse querido: Artículo del Centro de formación Gurumind “cuerpo-mente”.

Otra propiedad positiva de la ternura es que alivia el estrés cotidiano solo por el hecho de rodearnos de personas o animales que nos inspiren ese sentimiento, algo que saben muy bien los que tienen mascotas en casa. Nada más deseable que llegar al hogar y respirar el ambiente  agradable y placentero y ver a tus seres más queridos que te  esperan con una sonrisa, besos y abrazos después de la jornada laboral.

La ternura es la expresión auténtica de los afectos, por eso, invertir en ternura, dicen los psicólogos, es apostar por la calidad de nuestro vínculos y nuestra salud mental, ya que la ternura es un sentimiento básico que nos capacita para mostrar empatía y afecto hacia las personas y lo que nos rodea. Para vivir con armonía todos tenemos y sentimos la necesidad y recibir cariño y ternura. Nada más fácil y a la vez más difícil si uno no está acostumbrado a abrir su corazón a los sentimientos más puros y desinteresados.

La ternura es un sentimiento de cariño altruista que ofrecemos sin esperar nada a cambio y que podemos expresar con pequeños gestos, pero cuyas consecuencias van a contribuir a agrandar el amor, la comprensión y la atención hacia quienes se la ofrecemos, pero también hacia nosotros mismos.

La ternura despierta ternura, es la característica de la emotividad de algo tierno, y lo tierno invita a la caricia, al abrazo, al afecto desmedido. Esas mismas dimensiones son las que alientan al niño a sentirse amado, a crecer sintiéndose seguro, feliz y querido. Es, por tanto, un nutriente indispensable para nuestro desarrollo emocional y esencial para la vida.

Ama y déjate amar. Los expertos aseguran que la ternura es tal vez el único sentimiento relacionado con el amor que no se puede fingir porque amar con ternura es mimar con delicadeza, por eso, nunca es tarde para despertar la ternura y mostrarla abiertamente a quienes queremos y nos quieren.


Fotografía: Internet

 

 

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