La vida es un regalo maravilloso, pero cómo lo usas depende
casi totalmente de ti. El proceso de
despertar de la humanidad está llamado a progresar de forma magnífica. El plan divino es
que despiertes del sueño en el que parecías estar perdido, sin embargo los sueños no son más que
efímeros destellos de irrealidad, en los que uno no puede perderse, porque el plan real es que no te pierdas en supuestos laberintos.
Eres un poco como un niño pequeño que se esconde en un
armario oscuro o en el espacio oscuro debajo de las escaleras y cree que está
perdido y abandonado. Rompe en lágrimas, aterrorizado grita pidiendo ayuda y
luego su madre, padre o hermano mayor vienen corriendo a rescatarlo y a
consolarlo. Y como resultado, aprende
que siempre están ahí para él y que nunca puede estar verdaderamente perdido
o abandonado. No, no tengas miedo; rompe las cadenas y libérate del miedo. ¡Dios está contigo!
Como hijo amado de Dios eres eternamente abrazado y
sostenido dentro del campo del amor divino, que es la realidad en la cual toda
la creación tiene su existencia eterna.
Nunca puedes estar verdaderamente perdido o abandonado porque no hay
otro lugar, y dentro de él no tienes necesidad porque Dios ya te lo ha dado
todo, todo el amor y eso es lo que eres, Amor.
Por eso en Dios no hay necesidad porque Él te ha dado todo. Ustedes
sólo aparentan tener necesidades cuando se niegan a aceptar el Amor que los
envuelve y entonces buscan satisfacción de esas necesidades aparentes, fuera de
ustedes mismos, en el mundo ilusorio de la materia -el armario oscuro, o espacio
oscuro debajo de las escaleras- que colectivamente construyeron para jugar el
juego de la separación. Su única
necesidad es saber que no están separados.
Sólo hay Luz, Realidad, Amor, pero ustedes mismos han
dibujado un velo o manto entre ustedes y su Fuente para hacer que el juego de
la separación parezca intensamente real.
¡Y lo parece! La oscuridad de
conflictos de todo tipo imaginable parece rodearlos, amenazándolos casi constantemente.
Son cuidadosos, cautelosos, conservadores y se apegan a las viejas
maneras que creen que los han mantenido a salvo, o al menos en menor peligro de
extinción, en un mundo inseguro en el que su pequeñez o insignificancia los
dejan aparentemente impotentes. Así pues,
la ansiedad es su compañera casi constante, cuando se someten y tratan con las
pruebas e incertidumbres que sus vidas humanas proporcionan.
Eres libre de cambiar y elegir tus percepciones y creencias. ¡No
tiene que ser así! Ustedes son libres de
cambiar sus percepciones y creencias sobre la vida con la que han sido
bendecidos liberándose de las limitaciones que parecen mantenerlos en control.
Entonces pueden seguir adelante desarrollando las ideas que
han estado con ustedes durante mucho tiempo – sueños que, en la infancia y la
adolescencia, imaginaron que podían lograr – y que esperaban experimentar a
medida que crecieran en la adultez, pero que desde entonces han llegado a creer
que eran poco realistas, y más allá de su habilidad o competencia.
Y así, tal vez, se conformaron con mucho menos de lo que esperaban,
y ahora se encuentran desilusionados e infelices en una vida sobre la cual
parecen no tener control. Se sienten
atrapados por las circunstancias, o por su entorno, y sin embargo, en verdad no
lo están.
Sólo están atrapados o esclavizados por sus miedos, su falta de confianza en ustedes mismos. ¡Libérate del miedo! La vida es tuya para disfrutar, eternamente. Donde te encuentras como humano es el resultado de las elecciones que has hecho antes de encarnar, para proporcionar experiencias y lecciones que, en tu sabiduría y con la guía divina, sabías que serían para tu bien más elevado, y para el bien supremo de aquellos con los que interactuaras durante tu vida humana presente.
Ustedes están precisamente donde escogieron estar,
experimentando las lecciones que ustedes mismos planearon para su vida humana
actual; y a medida que las aprendan o las descarten, avanzarán.
¡La vida humana nunca es un fracaso! A veces desde la perspectiva humana puede
parecerlo, pero no hay errores, ni fracasos, sólo oportunidades. La forma en que las aprovechas puede conducir
al dolor y al sufrimiento o a la alegría y la satisfacción, dependiendo de si
aceptas lo que surge con amor o lo rechazas por ser inaceptable, injusto e
inmerecido.
No hay accidentes, y todo lo que ocurre durante la vida humana tiene un propósito más elevado, un significado más elevado, el cual
siempre es servido. Sin embargo, cuando
eliges juzgar ciertas experiencias que surgen como injustificadas o
inmerecidas y luego las rechazas como inaceptables, añades sufrimiento a tu
vida en vez de alegría.
Todo lo que ocurre es necesario para tu crecimiento. Elige aceptarlo con amor. Todo lo que experimentas durante una vida humana ha sido planeado previamente por ti con la guía divina, y tienes el poder de aceptarlo y trabajar con él para el beneficio de todos los involucrados. El resultado, en términos humanos, puede ser visto como bueno o malo o en algún lugar intermedio, pero siempre tienes toda la información y el apoyo que necesitas para manejarlo, con amor.
Cuando haces las cosas con amor te sentirás satisfecho, elevado. Cuando no estás completamente en el amor, entonces la experiencia será menos satisfactoria, incluso extremadamente incómoda y deprimente. Siempre puedes elegir cómo responder en cualquier situación y si eliges ser consciente de cómo estás respondiendo, puedes prever de antemano cómo te sentirás cuando haya pasado. Siempre sabes, aunque puedes elegir permanecer inconsciente, cual es la reacción correcta –la amorosa– en cualquier situación.
Las elecciones amorosas te traen paz, las que no lo son te
traen miedo y conflicto. Por lo tanto,
en circunstancias extremas, realmente depende de ti decidir cómo te sentirás,
porque incluso en las peores circunstancias puedes estar en paz. Las emociones siempre están surgiendo
dentro de ti y siempre estás eligiendo con cuáles te comprometes y cuáles
rechazas.
No estás solo... Cuentas con ayuda divina. Sin embargo, debido
a que comenzaste a tomar decisiones desde muy temprano en tu vida, tus
elecciones se vuelven cada vez más automáticas – fuera de tu conciencia
consciente – debido al condicionamiento causado por las elecciones
anteriores. Pero puedes elegir hacerte
cada vez más consciente de por qué eliges comprometerte con un sentimiento en
particular y entonces puedes tomar una decisión informada sobre si debes o no
cambiar tu reacción a él. Habiendo hecho
esto, conscientemente, te encontrarás mucho más satisfecho con los resultados
que experimentas.
Eres libre. Tu cuerpo
puede que esté contenido, aprisionado, dolorido y sufriendo, pero sigues siendo
libre. Eso parece una paradoja, pero todos ustedes conocen a personas que
responden positivamente a lo que sea que surja y también conocen a personas
que se enfocan en lo negativo. Y sin
duda es más fácil sentirse a gusto con los primeros. Se tiende a admirar a los primeros y se elige
pasar tiempo con ellos, evitando los segundos siempre que sea posible.
¿Cuál eres tú? Y ¿quieres cambiar? Si quieres, desde luego que
puedes. Concéntrate en el hecho de que
estás vivo. La vida es un regalo
maravilloso, pero cómo la usas depende casi totalmente de ti. Ser una víctima es una elección para hacer a
otros responsables de cómo te sientes.
¡Sólo que no lo son! Cómo te
sientes siempre es tu elección y no es culpa de nadie.
Definitivamente pueden estar influenciados por las
circunstancias en las que se encuentran, pero siempre tienen la opción de
sentirse positivos y lidiar con lo que surge, sin comprometerse con
sentimientos negativos para evitar tratar con asuntos espinosos o esperar a que otros los
resuelvan. El juego de la
culpa, no funciona, simplemente te deja
sintiéndote impotente e infeliz, pudiendo actuar en positivo para resolver tus problemas y levantar tu espíritu en el proceso, y al final te sentirías bien con el resultado y contigo.
Encuéntrate diariamente en tu santuario interior. Ya sea que
tiendan a responder positiva o negativamente a los asuntos que surgen en sus
vidas, es extremadamente empoderante para ustedes ir diariamente hacia adentro,
a ese sagrado santuario interior donde reside el Amor, y abrir sus corazones a
la intención y luego permitirle fluir libre y abundantemente a través de
ustedes, así será siempre que lo permitan.
Actuando desde la negatividad bloquean el flujo por medio del juicio, la culpa, la amargura, el resentimiento y el odio. Y ¿el remedio para esto? Primero perdónense a ustedes mismos recordándose que son eternamente "Uno con Dios, que es Amor infinito" y que por lo tanto cualquier cosa que no esté completamente alineada con el Amor es irreal – porque, como bien saben – sólo hay Amor. Entonces liberen el control sobre todo lo que no está alineado con el Amor y sientan como comienzan a aflorar sensaciones más confortables.
La vida es un regalo. El amor es tu naturaleza y te rodea
completamente en cada momento, aguardando con infinita paciencia, tu
aceptación. ¿Por qué lo negarías o lo
rechazarías, cuando sólo te ofrece alegría? Cuando lo haces te comportas como un niño
enfurruñado y el único que sufre eres tú. Pongámonos en las manos del Señor que él sabe de nuestras inseguridades y miedos.
Padre acogemos tu luz; la luz que nos ayuda a vernos tal y como somos, con nuestras luces y sombras; la luz nos ayuda a reconocer y por tanto, a superar nuestras limitaciones; la luz que nos permite ver los muchos talentos que nos has dado y las muchas posibilidades que pueden desplegarse en el futuro; la luz que nos ayuda a descubrir en cada pecado la posibilidad de conocernos mejor, de comprender más a los que se equivocan, de apoyar nuestra debilidad en tu fuerza, de sentir tu misericordia.
Padre, acogemos tu luz; la luz que nos ayuda a ver en
positivo a cada persona, como un hermano (aunque él no te considere), como un regalo que Tú nos haces; la
luz que nos ayuda a ver que las cosas son instrumentos y nunca ídolos a los que
servir y adorar.
Señor, acogemos tu luz; la luz que nos permite verte tal como
eres; el Padre que ama, enseña y potencia nuestra libertad; el Buen Pastor que
nos busca, cuida y sana; la Madre que nos acoge, acaricia y protege; el esposo
que permanece fiel cuando nosotros no amamos y desviamos del camino; el amigo que
es capaz de dar la vida por nosotros; el patrón bueno y generoso que cuenta con
todos para trabajar en su viña. Señor, necesitamos tu luz para seguir caminando
contigo…
Fotografía: Internet - Texto: Saúl
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