Querida hermana pequeña

 

Mi querida hermana pequeña, hoy celebras un año más desde que llegaste a nuestra familia para ser la alegría de la casa, pero tu destino no era vivir, tu destino era partir.

Felicidades hermana, hoy cumplirías 55 años, casi los mismos que subiste al cielo. Y cumplir años desde el cielo merece una fiesta especial.

Sabes, siempre he pensado en ti, te añoro y te echo de menos, aunque no creamos lazos vivenciales sí tenemos lazos de sangre, y aunque no eres mi única hermana, si eres la única hermana de verdad, esa que no ha hecho daño, esa que recuerdas con mucho cariño.

Recuerdo cuando naciste: era domingo de una tarde de verano. Los domingos por las tardes la juventud solía encontrarse en la plaza del pueblo, esa tarde papá nos dijo a la hermana Isabel y a mí, que nos quedáramos por la casa que mamá estaba mala, estaba de parto. Las primas de mamá mayores que nosotras, sabían lo que pasaba, entonces el grupo de primas y amigas nos fuimos a la azotea de casa Maquita, desde la cual se veía el patio de casa y yo no quitaba ojo del movimiento de papá, de la cocina al aposento donde mamá junto a una tía esperaban a que tú nacieras. Papá, un gran hombre, siempre estaba pendiente de mamá y en los momentos del parto, que fueron muchos, no se separaba de mamá y era el que nos bañaba al nacer, preparaba la cama, lavaba la ropa del parto y preparaba las suculentas sopas a mamá. Los días que mamá pasaba en la cama, él le preparaba la comida y se la llevaba a la cama.

Cuando naciste y ya estabas bañada junto a mamá, entre bordadas sábanas blancas, papá salió al patio y mirando a la azotea donde estaba el grupo, dio un silbido, y yo salí corriendo a casa. Al entrar en el aposento mamá con una cara sonriente, como si no hubiera padecido nada, nos mostró tu linda carita, dormías dulcemente. La estancia olía a incienso, pero tú tenías un olor muy agradable. Me sentía tan bien que no me separé de la cama hasta el anochecer.

Para la elección de tu nombre, también los hermanos mayores nos involucramos, y pensamos en Nuria, pero como todos los hermanos tenemos dos o tres nombre, añadimos Marta. Nuria Marta, pero en el Registro se negaron a ponerte Nuria de primer nombre, porque dijeron, que no era santo y te registraron por, Marta Nuria, y sin embargo hay Santa Nuria e incluso, la Virgen de Nuria. Tú sí que eres un santo ángel.

Seguro que hubieras sido una niña feliz. Desde que naciste me sentí comprometida a cuidarte, y aunque nos llevamos algunos años de diferencia, creo que nuestros caracteres eran parecidos, según me decía mamá, y pudiéramos haber sido dos buenas amigas. Unas excelentes amigas que estaba la una al lado de la otra y de mamá y papá ayudando y aliviando las dificultades cotidianas. Hermanas en lo bueno y en lo malo. Hermanas para compartir la vida y las ilusiones. Hermanas confidentes con la que compartes secretos, aficiones, ilusiones y anhelos y, sobre todo, unas grandes hermanas. Una parte de mí en ti y una parte de ti en mí.

Llegaste como sol de la casa, pero Dios te quiso como estrella del cielo, Dios sabe bien lo que hace. Doy gracias a Dios y a nuestros padres que me concedieron la alegría de tener y cuidar de una hermanita pequeña tan linda como tú. Aunque fueron solo doce días…

Sigues siendo mi hermanita inocente y pura, por ello siento unos deseos inmensos de que la vida te hubiera concedido vida para vivir juntas momentos inolvidables. Te deseo muchas felicidades por tu día, ese día que te conocí, y que Dios te permita ser siempre nuestro angelito.

¡Felicidades Nuria! Feliz sí que eres, estás en la gloria llena del amor de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, y de la Virgen María nuestra Madre, rodeada de ángeles y santos, junto a mamá y papá, y los abuelos, sobrinos, tíos y primos…

Recibe mi abrazo que se eleva por la Cruz de Valerón, impregnado de aromas de retama, y poleo, cálido como los atardeceres de verano que enciende el horizonte de luces envolventes, hasta convertirse en brisa fresca que sube a ese lugar secreto y ahí, apagaremos las velas.

¡Te quiero Nuria! Recibe todo mi cariño. Pronto nos veremos…

Fotografía: Internet