El día que yo nací
de una mujer campesina…
Estuvo plantando en la tierra
hasta el ocaso del día.
Cuando la noche era oscura
del mes de marzo en umbría,
los dolores del parto
en el aposento latía.
Madre, mujer valiente
que tres hijos ya tenía,
me recibe en sus brazos
con maternal alegría.
Y mi padre a su lado
su cariño le ofrecía.
Los dos miran sonrientes
la carita de su niña.
Doy gracias a mis padres.
Doy gracias a la vida
por darme como regalo
una buena y gran familia.
No habrá nadie que rompa
los lazos que aglutina,
el apellido y la sangre
que orgullosa me ilumina.