sábado, 7 de noviembre de 2009

El aborto…

Ilustración de un niño en brazos de su madre.


No hay nada más tierno y emocionante que ver a una madre con su bebé en brazos. Nuestra mirada se fija en la criatura, sonríes a la madre y te acercas para poder ver bien la carita de esa personita tan chiquitita e indefensa y te dan ganas de cogerla para sentir su latir y palpitar.

Saber que una mujer está embarazada, en estado de buena esperanza, sugiera vida, por tanto…, alegría. No se puede entender la maternidad sin amor: primero entrega y después regalo de vida. El amor fructifica y se multiplica. Un hijo es el fruto del amor. Es el mayor regalo y el más bello canto a la vida. Gracias a la tecnología avanzada hoy podemos ver en movimiento, paso a paso el desarrollo de un bebé dentro del vientre materno hasta su nacimiento, es maravilloso y emocionante… Emocionante fue ver también la imagen de un bebé que estaba siendo operado en el vientre de su madre, porque no tenía posibilidad de sobrevivir, cuando saca la manita y se agarra del dedo del médico que lo operaba…¡¡Increíble e impresionante!! No me digan que no es un bello y hermoso canto a la vida.

El aborto, hasta la llegada de los socialistas al poder en la actual etapa de la democracia, fue un episodio de tristeza de pérdida y de fracaso a una esperanza. Cuando la gestación por vía natural, por el problema que sea, se interrumpe y se malogra el embarazo, eso se denomina aborto y es algo inevitable y es aceptado con normalidad.

Hoy en día el aborto esconde lo más vil y cruel que puede sufrir un ser humano. Por mucho que se manipule el lenguaje, se endulce y se adorne para desviar su significado es lo que es; un asesinato. Si decimos matar, exterminar, está claro de lo que estamos hablando y nos escandaliza, pero al decir ‘aborto o Interrupción del embarazo’ nos suena bien. El lenguaje no habla abiertamente, oculta la realidad y nuestra conciencia no se inmuta.

Desde 1983 que fue aprobado por las Cortes la despenalización del aborto, España está debatiendo si aborto sí, o aborto no, pero fue inevitable. ¿? En 1985 entró en vigor los tres supuestos legislados por Ley, y cuando se legitima lo que es abominable, sutilmente aparecen coladeros que conducen a la barbarie y a las atrocidades más despreciables.
Aceptando los supuestos, que son reprobables, dichos supuesto han sido vulnerados sistemáticamente: ¿Dónde ha estado esa ley vigilante…?

Crear leyes para esto… Ya puestos a crear leyes…, yo pensando, con la crisis que estamos sufriendo y el paro que asola a tantas familias que están pasando necesidades, se podría aprobar una Ley para que no sea delito robar, siempre y cuando se demuestre que no tienes para comer, ¡digo…! ¿?

Cada uno sabe sus cosas y Dios la de todos… Sobre los supuestos: «Si la salud de la madre está en peligro»… Esa mujer debería conocer su estado de salud y tomar medidas, antes de mantener relaciones sexuales. «Si el bebé tiene deformaciones»… ¿Quiénes somos nosotros para valorar si está apto para vivir o no? «Si te violaron»… Ese acto es lo más indignante, despreciable y cruel que pueda sufrir una mujer, para estos monstruos-violadores cadena perpetua, pero, a esa crueldad que nunca jamás va a poder olvidar la persona violada, se le añade otra crueldad mayor, matar a su hijo y eso tampoco lo podrá olvidar en su vida.

Hoy para rizar el rizo se reclama el derecho de la mujer a decidir sobre su vida y su cuerpo… Y el derecho de tu hijo ¿qué? Y el derecho del padre de tu hijo. Decidir sobre la vida; el hijo es otra vida y no nos pertenece, pero ni siquiera la madre tiene el control de su propia vida. Sobre la frase de que «con mi cuerpo hago lo que quiero»… Eso tampoco es verdad, ya que tu hijo es otro cuerpo. Son dos: Madre con cuerpo y vida e hijo con cuerpo y vida.
Esto no es cuestión de opinar en función de si eres de un partido o de otro. Esto no es cuestión de tendencias políticas de derechas, ni de izquierdas, ni de religión. Esto es cuestión de humanidad, de ética, de moral, de sentimientos y de reflexión profunda, de compromiso, de sensibilidad con los más débiles, con los que no tienen voz.

Da la impresión que para opinar y hablar sobre el aborto hay que ser valientes. Valientes no, hay que decir la verdad y llamar a las cosas por su nombre. Ya he oído decir de boca de algún periodista que el aborto es un tema delicado. Nadie quiere levantar la voz en contra porque se le tache de qué… Éste no es un tema de opinión, es un tema de sentido común. ¿Es que tengo que avergonzarme por decir que no estoy de acuerdo que se maten a los niños? ¡No! ¡Que no son niños! Es el ser humano en su primera fase de la vida. Si a mí y a ti nuestra madre nos hubiera liquidado en esa fase, ahora no estuviéramos aquí discutiendo si en esa fase somos gente o si tenemos vida…

Las células es algo vivo: óvulo y espermatozoide al unirse forman el cigoto, el embrión. Si las células por separado es algo vivo, cómo vamos a dudar que un embrión sea vida. Ese es el comienzo de la humanidad… Fases, etapas de desarrollo: embrión, feto, bebé, infantil, juvenil, adulto, anciano.

No se debe menospreciar la vida con demagogia barata, hipocresía y doble moral. Yo le digo al presidente Zapatero que no se puede ir detrás de una pancarta diciendo ‘NO a la guerra porque mueren niños’ y después hacer leyes para matar niños impunemente, eso es un despropósito, y no digamos cuando hablan de estadísticas diciendo que el índice de natalidad en España es el más bajo de Europa… ¿Por qué de paso, no dan el índice de niños no nacidos y que han sido sacrificados en el vientre de su madre?

Si todo esto es muy grave, lo que ya no tiene nombre es lo que se quiere aprobar ahora; que una niña de 16 años pueda ir a abortar sin consentimiento de sus padres. Si para operarle de amígdalas tiene que tener el consentimiento paterno, no se entiende que para algo tan importante y trascendental como es la maternidad, puedas dejar tan dramática decisión en manos de una adolescente inconsciente e irresponsable. Ya es grave que mantenga relaciones sexuales precipitadas que pueda traerle consecuencia como es el embarazo, para que encima facilitemos que lo pueda ocultar. ¿Por qué el gobierno desautoriza a los padres y le otorga el poder a una niña asustada? ¿Qué protocolo de actuación se llevará a cabo para atender a una adolescente que se presenta sola y aterrada para que maten al bebé que lleva en su vientre? Y si se muere en ese trance, ¿avisan a sus padres?

Según la literatura científica, el síndrome del aborto ha diagnosticada unos quince síntomas psicológicos que van desde la angustia al sentimiento de culpabilidad, la ansiedad, los terrores nocturnos, la depresión, los trastornos de alimentación etc., y según los psicólogos de la Asociación de Víctimas del Aborto, las mujeres que abortan sufren los síntomas por muchos años.

Las madres estamos para dar vida y protegerla, y a nuestras hijas en la pubertad tenemos que cuidarlas y protegerlas. Ya se nos hace difícil ganarnos su confianza como para que por ley perdamos toda autoridad sobre ellas. Para ir de excursión necesitan autorización y para abortar ¿no?

Yo soy mujer, soy madre y vivo en este mundo. Mi política y religión está al lado de lo que dignifique a la humanidad y no al lado de lo que la degrada, y el aborto vulnera el derecho fundamental a la vida.

Si somos libres para mantener relaciones sexuales, tenemos que tener conocimiento de que las consecuencias de esas relaciones es un embarazo y un embarazo es un hijo y como los hijos los engendramos las mujeres, antes de tener relaciones sexuales deben poner los medios necesarios para evitar un embarazo no deseado y luego quién sufre las consecuencias es el bebé que no tiene culpa de la irresponsabilidad de su madre.

Si en lugar de invitar en incitar con el «póntelo, pónselo» y de dar facilidades para «abortar», se castigara la irresponsabilidad, verían como no se actuaría tan alegremente. Porque hoy se vive a lo loco sin tomar conciencia de las consecuencias que acarrea la locura y así nos va.
Si los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto. El respeto es uno de los valores fundamentales para la convivencia y si perdemos el respeto a la vida, hemos perdido el respeto del todo.

Este tema da para mucho, quedan muchos puntos por analizar en cuanto a las relaciones, anticonceptivos, píldora del día después… Necesitamos razonar y reflexionar un poquito más. A los jóvenes tenemos que inculcarles valores, orientarlos y encaminarlos y no contribuir a su perdición tergiversando la realidad.

Utiliza la cabeza, piensa con el corazón.

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