“Más
bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los
llamó; pues está escrito: Sean santos, porque yo soy santo”. 1 Pedro 1:15-16.
Una
vida de santidad consiste en vivir cada acción y momento cotidiano en unión con
la voluntad de Dios, lo que implica un proceso continuo de transformación
personal y crecimiento en el amor y el servicio. Se caracteriza por la
obediencia a Dios, el desapego del pecado y el cultivo de virtudes como la
humildad, el amor, el autocontrol y la disciplina, que se manifiestan tanto en
la vida espiritual como en las responsabilidades diarias.
¿Qué es ser santo? Santo es sinónimo de bienaventurado, dichoso, feliz. La santidad es el don de Dios que colma todas las aspiraciones humanas; es la plenitud de la vida cristiana que consiste en unirse a Cristo, aprendiendo a vivir como hijos de Dios con la gracia del Espíritu Santo y viviendo la perfección de la caridad. Recordar que la Solemnidad del día de Todos los Santos, fue instituida en el año 840 dC. por el Papa Gregorio IV, para toda la Iglesia Universal.
