Los aborígenes canarios o indígenas canarios eran las
primeras poblaciones que habitaban las Islas Canarias antes de la conquista
española. Según las crónicas... Estos habitantes eran de origen bereber, con distintos nombres y lenguas en cada isla,
como guanches en Tenerife, canarios en Gran Canaria, entre otros. Cada isla
tenía sus propias costumbres y leyes, lo que a veces generaba conflictos entre
ellas.
La designación "aborígenes canarios" se aplica genéricamente a los primeros pobladores que habitaron las islas Canarias (España) antes de la conquista y colonización europeas en el siglo XV. Tal y como demuestran antiguos mapas y escritos, se conoce la existencia de las Islas Canarias desde la Antigüedad, aunque no fueron conquistadas hasta el siglo XV, con la llegada de los primeros conquistadores. Sin embargo, el archipiélago ya estaba habitado desde mucho tiempo atrás. Los conocidos comúnmente como guanches se fueron adaptando a las singularidades y naturaleza de cada isla hasta desarrollar una cultura propia. Una que todavía hoy se puede apreciar, investigar e incluso degustar a través de una herencia única.
Numerosas han sido las teorías que han hablado del origen de
los antiguos pobladores de las islas afortunadas, atribuyéndoles ascendencia
vikinga, cartaginesa, vasca o egipcia. A día de hoy, esta procedencia europea
está prácticamente descartada y las numerosas pruebas científicas se decantan
por una raíz bereber, es decir, del norte occidental de África. Antes de la
llegada de los conquistadores en el siglo XV, las islas de Tenerife y La Gomera
se encontraban en un estado cultural de aislamiento, también conocida como “de
sustrato”, y que ha sido común a todas las islas del Archipiélago Canario.
Las características fundamentales de este primer pueblo
poblador tenían que ver con el pastoreo, con una cultura neolítica elemental,
es decir, una agricultura muy rudimentaria, vivían en cuevas y enterraban a sus muertos
en cuevas. Actualmente, está comprobado que sus vasijas de fondo cónico con
poca decoración, las tabonas, los molinos de piedra y algunas armas de madera,
tienen una fuerte semejanza con los elementos culturales y la forma de vida que
existía en la zona del Magreb (Marruecos, Argelia) en la misma época. La fecha
que se ha solido dar para la llegada de estos primeros pueblos pobladores ha
sido, según unos, a partir del 2500 a. de C.; para otros, a partir del año 1000
a. de C. Hasta ahora, las fechas más lejanas obtenidas con el Carbono 14 sólo
nos remiten a los años en torno a la Era Cristiana (13), más concretamente en
el último cuarto del siglo I a. de C.
Las diferentes islas fueron habitadas por pueblos bereberes
(o amaziges) provenientes del norte de África y con un bagaje tecnológico y
cultural muy similar. Además del conocimiento, también trajeron consigo lo que
los arqueólogos denominan “paquete neolítico”, un conjunto de semillas como el
trigo y la cebada, cuyo grano guardaban en lugares como el Cenobio de Valerón y
que aún sigue creciendo en la cumbre de Gran Canaria. También incluía animales
como cerdos, cabras o las ovejas que, cientos de generaciones después y
convertidas ya en razas autóctonas, siguen ofreciendo alimento a la población
local en forma de típicos quesos elaborados de forma artesanal.
El misterioso origen de los aborígenes canarios. Todavía no
existe una teoría firme que explique cómo cruzaron el Atlántico, pero sí se
sabe que compartían un origen común. Es sorprendente que los antiguos
pobladores de las Islas Canarias desconocieran la navegación ya que, según las
crónicas de los historiadores, no se encontraban embarcaciones en sus playas y
ensenadas, ni aborígenes pescando en barquillos o canoas. Sin embargo, existen
fuentes que destacan que eran excelentes nadadores y pescadores. El misterio
sigue siendo, ¿cómo llegaron a poblar las islas?
Los aborígenes canarios fueron el único pueblo nativo que
habitó en la región de La Macaronesia. La mayoría vivía en cuevas, aunque en
Lanzarote y Gran Canaria se han encontrado restos de poblados, con una economía
basada en la caza y la ganadería o, en casos puntuales, en la agricultura.
Animales autóctonos como la cabra y la oveja jugaron un papel fundamental en su
subsistencia, ya que además de queso, mantequilla y carne, les proporcionaban
pieles para vestirse y huesos para elaborar herramientas. Los aborígenes
canarios son un ejemplo de desarrollo en un hábitat extremo que hoy se puede
conocer de cerca gracias al importante legado y rastro arqueológico conservado.
Estos aborígenes poblaron las islas durante casi dos mil años
y trataron de adaptarse a sus particularidades medioambientales, creando con
ello formas culturales y adaptativas propias, así como asociando su universo
religioso, social, político y económico a la realidad geográfica y natural de
las islas. Esta evolución propia, que terminaría definiendo siete culturas
insulares bien diferenciadas entre sí, continuaría hasta que se produjo la
conquista de Canarias, iniciada en Lanzarote en 1402 y finalizada en Tenerife
en 1496, por iniciativa de la Corona de Castilla.
Aunque a partir de la conquista castellana del siglo XV la presencia aborigen en las islas fue disminuyendo, las diversas labores de investigación y la conciencia cultural de hoy en día han contribuido a que la cultura aborigen siga estando muy presente en todas las islas. Así, en La Palma (benahoaritas), encontramos, con diferentes yacimientos, el parque arqueológico de Cueva de Belmaco; En el hierro (tierra de bimbaches), El Julan; El Museo Arqueológico de La Gomera (gomeritas); El Museo Canario de Gran Canaria (canarios) y restos en Lanzarote y Fuerteventura (majos). Las Islas cuentan también con un amplio legado que te acercarán al pasado más remoto de Canarias.
Del arte aborigen hay que destacar, "La Cueva Pintada" de
Agáldar, reino de los Guanarteme: (Gáldar, Gran Canaria), es el yacimiento
arqueológico más relevante de las islas. El conjunto está compuesto por un
caserío que rodea una caverna excavada en la roca. Para acceder a ella, primero
es necesario atravesar una pasarela que discurre sobre las ruinas del antiguo
poblado desde donde se observa cómo se organizaban y distribuían las antiguas
viviendas. Una vez dentro de la cueva, se pueden contemplar los motivos
geométricos que decoran sus paredes, un claro ejemplo de las representaciones
artísticas de la época que, gracias a la cúpula de cristal que protege toda la
bóveda, pueden examinarse con minuciosidad.
Creencias y prácticas religiosas de los aborígenes. Todos los pueblos de la tierra han expresado su creencia en poderes que están más allá de lo natural y han desarrollado ritos y ceremonias suplicando la ayuda divina ante las dificultades y las limitaciones de la vida. La religión de los antiguos canarios era animista. Los indígenas creían en divinidades y rendían culto a diversos astros, espíritus de la naturaleza y a los antepasados. Por los ídolos encontrados en algunas islas podría dar la impresión de que creían en varios dioses. Pero esto choca con la opinión de los cronistas y de la tradición. La idea de un Dios Supremo parece que se manifiesta en todas las islas y, además, con un mismo nombre, a pesar de las distintas alteraciones lingüísticas en cada isla (Orahan, Acorán, Aborá, Achamán…).
En la actualidad las islas canarias se han convertido en
destino turístico, y como consecuencia de diferentes flujos culturales y de pensamientos, la identidad canaria se va diluyendo, por eso hay que valorar que desde la Instituciones traten de fomentar y mantener viva nuestra identidad, conservar nuestra cultura y tradiciones es un deber generacional: un pueblo sin identidad es un pueblo sin historia. La identidad canaria se pone de manifiesto en las fiestas populares de los pueblos y en su día
grande, hoy 30 de mayo celebramos “El Día de Canarias”.
El 30 de mayo, Día de Canarias, es festivo en todas las islas. Las
ocho islas se llenan de vida para celebrar la canariedad diferencial de cada isla. Esta fecha es
mucho más que un simple día festivo, es un muestrario de nuestra riqueza, una
celebración de la historia y la herencia cultural del archipiélago, donde se
luce la vestimenta típica, se baila y se canta al son del timple, se degusta la
variada gastronomía y se muestran los deportes autóctonos.
Las islas canarias son muy peculiares y particulares, entre
sus peculiaridades está su dialecto y sus expresiones, algunas vienen del
castellano antiguo, otras susurran raíces guanches y muchas solo se entienden
si has vivido en Canarias. No están en los libros de texto, pero guardan siglos
de ingenio popular y una manera única de mirar el mundo. Según recogió Eduardo
Millares Sall (Cho-Juáa), autor del libro ‘Frases y Refranes Canarios’, estas
frases condensan sabiduría campesina, humor afilado y la idiosincrasia isleña
en estado puro.
Sobre el dialecto canario, también conocido como habla
canaria, decir que es una variedad del español que se habla en las Islas
Canarias, con características propias en la fonética, el léxico y la gramática.
Se considera una variedad "atlántica", similar a las de América
hispanohablante y al sur de la península ibérica, especialmente Andalucía.
Disfrutemos este día de los sonidos, sabores, olores y colores
canarios; de sus campos de su mar y sus montañas; de su aire de su sol y de su
gente.
A los canarios y a los enamorados de Canarias “¡Feliz Día de
Canarias!”.
Vergel, de belleza sin par,
son nuestras Islas Canarias
que hacen despierto soñar…
Fotografía: Internet
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