Todos sabemos lo que son las campañas electorales: la feria de la mentira; la propaganda de la charlatanería que a más de uno consigue embaucar pero, gracias a que ya los vamos conociendo, pasamos de alucinados que nos venden ilusión que nos sale muy cara.
Pero ellos con tal de ganar votos se agarran de donde sea…, y con esa intención el PSOE presenta un vídeo ‘desgarrador’. Esta es la última ocurrencia, el último cartucho para conseguir cargar las urnas: «Con la política machista del PP y la extrema derecha europea, tu vientre ya no es tuyo, les pertenece a ellos. Empieza a recuperar tus derechos».
Este slogan me parece desacertado… Esto es oportunismo a pocos días de las elecciones europeas. El PSOE ha iniciado una campaña contra la reforma de la ley del aborto presentando un vídeo bajo el título «Empieza a recuperar tus derechos. No al Machismo». El PSOE quiere denunciar los riesgos que tiene esta reforma para la libertad, la vida y la salud de las mujeres.
En el vídeo van apareciendo distintas mujeres que ven con miedo cómo en su vientre aparece un gran hematoma que adquiere un tono azulado, lo que quiere representar que «con la política machista del PP y la extrema derecha europea, tu vientre ya no es tuyo, les pertenece a ellos», hacen un llamamiento a las mujeres a luchar para evitar que el PP y el Gobierno aprueben la reforma del aborto: «Empieza a recuperar tus derechos».
Para empezar hay que decir, que ese color rojizo y no azulado, es el color de la sangre derramada por un Ser inocente, lo adquieren porque son mujeres libres y libremente han decidido mantener relaciones sexuales, libres de utilizar su cuerpo para el placer. Otra cosa es que se hayan olvidado de hacerlo con responsabilidad y ahí, en la falta de responsabilidad es dónde hay que concienciar y no descargar contra los demás la responsabilidad individual.
Mujer sé valiente y responsabilízate de tus actos, que tu vientre sea nido no un cementerio. Todos nuestros actos tienen consecuencias y de esas consecuencias cada cual es responsable, y nuestras acciones se catalogan en función de las consecuencias. Nadie culpa a una mujer de utilizar libremente su sexualidad, pero sí se le puede culpar por sus consecuencias. Quién se entrega libremente sin limitaciones, debe ser consciente de que esa libertad por sus consecuencias, le limita.
El gran respeto por la libertad y la dignidad de cada persona puede resultar, sin embargo, una dificultad respecto de las consecuencias en su evaluación moral puesto que, si no tomamos en cuenta los efectos de las acciones y sólo nos guiamos por calificar la voluntad, siempre queda la sospecha de si el sujeto actuó ‘conforme al querer y no al deber’, es decir, moralmente o no. Parece que cada persona es la única que puede determinar su moralidad y nuestros juicios éticos sobre las personas carecerían de cualquier valor: «No existen buenas o malas acciones tan solo las consecuencias».
Tenemos que ser conscientes de que el aborto es una acción horrenda y despreciable. Lo que llaman aborto no es un aborto, es un crimen porque se aniquila una vida, a un Ser con identidad propia y las consecuencias son medibles. No podemos hacer demagogia barata y populista con la vida que no te pertenece. Ni a ti te pertenece tu vida, ni a mí la mía. Si nuestra vida no es de nuestra propiedad mucho menos la de otro Ser. Tampoco te pertenece tu cuerpo, no lo registres que no es tuyo. Por tanto, ¿si tu vida no es tu vida y tu cuerpo no es tu cuerpo? ¿Tú, quién eres? ¡Eres, nadie! Tenemos que tener claro que no somos nadie para disponer de la vida de nadie, y si no soy dueña de la vida de nadie no tengo derecho a destruirla y, aún siendo dueña de mi vida y de mi cuerpo, no tienes potestad sobre la vida de otro Ser.
La acción y la consecuencia siempre van de la mano y es por ello que se debe contemplar primero la consecuencia previa a la acción. Hay que ser precavidos y tomar las medidas necesarias para que un acto de placer no se convierta en un trágico drama. La máxima en este caso sería, «deja que cada uno viva la vida que le ha sido dada», no somos dueño ni nadie para aniquilarla…
Se hace evidente que el PSOE con este vídeo de última hora busca la campaña de la campiña, un camino llano, el camino más fácil para conseguir más con menor esfuerzo, sin sudores ni fatigas. Buscan ganar con verborrea facilona e irresponsable. Eso les basta aunque sea a costa de vidas inocentes.
Yo soy mujer y defiendo los derechos humanos, porque todo humano tiene derecho a vivir dignamente con sus derechos garantizados, la vivienda, la sanidad y la educación: no al hambre y la miseria; no a las injusticias y desigualdades; no a los abusos de poder y las guerras; no a los recortes sobre el estado del bienestar; sí a la vida y toda vida hay que respetarla, protegerla y ampararla.
No se puede llamar a la defensa de la vida ‘machismo’; defender la vida nos honra y machismo es seguir relegando a la mujer de cargos directivos, pagarle un 30% menos de salario —eso lo consintió el PSOE mientras gobernó y no lo corrigió— y, aún hoy, no lleva en su programa esa defensa de igualdad salarial. Aún veo en ese partido actitudes machistas, porque manifiesta prepotencia respecto a la mujer. Defender a la mujer no es incitarla a matar impunemente.
Machismo. Feminismo. ¿Ser machista es malo y feminista bueno? Mire usted, lo que es bueno es ser buena persona, luchar por la dignidad, la igualdad y la solidaridad. Un varón no es más que una mujer, la mujer lo engendra y lo trae al mundo, luego ellos, machistas todos, se creen el ‘rey de reinas’ y las menosprecia. Y las feminista desbocadas rayan en la intolerancia…
Mientras «¡las defensoras de la libertad!» vociferan proclamas sobre su cuerpo y su vida, tienen como rehén la vida de inocentes. Pisotean su libertad y su derecho a vivir y los aniquilan sin piedad, porque ellos, bebés inocentes, no tienen derechos sobre sus derechos a permitirles vivir o no y, para dar razones a sus caprichosos derechos de libertad, claman la muerte para los inocentes, porque ellas no los ve dignos de vivir por derecho.
A las ‘dueñas’ de su vida, de su cuerpo y de su vientre, un bebé ‘al que le han perdonado la vida’ con su manita señala las tres máximas: Respeta; Ama; Vive…
De nada somos dueños: solo Dios es dueño y Señor…
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