miércoles, 16 de abril de 2014

Getsemaní


Silba el viento entre olivos
como exhalando una pena.
Presiente la traición
encubierta que se acerca.
Huerto de Getsemaní,
fuiste regado con lágrimas
de Jesús, de nuestro Dios.
Con dolor lloró su alma.
Sudor y también sangre
cayeron en hora amarga.
Sintiéndose solo y triste,
el miedo lo embargaba.
¡Dios mío! te abandonamos
en el Huerto. En la encrucijada;
en la Cruz de los tormentos,
en la Soledad más amarga.

Sufres una Pasión injusta.
Una Pasión desolada.
La sufriste por amor
y quienes tú amas, no te ama.

Jesucristo está en la cruz;
grandes clavos lo traspasa.
Me duele ver sus heridas.
Me duele mirar sus llagas.

Quisiera sufrir por Ti,
lo que por mí Tú aguantas
y, desatarte con besos
el nudo de tu garganta.