Estos días llegaba a España algo nuevo, una tormenta atmosférica, la «ciclogénesis explosiva», el fenómeno de una borrasca profunda poco habitual que azotaba el norte de España… Con la que está cayendo, la verdad que esta noticia nos deja indiferentes porque donde está realmente la ciclogénesis es en Madrid. Las turbulencias sacuden a la Moncloa y se ha desatado una tormenta devastadora que arrasa con los brotes verdes que florecían por primavera. La tempestad encolerizada se retuerce y los rayos, truenos y relámpagos disparan todas las alarmas, el miedo se apodera de España y la población atemorizada se está ahogando por falta de aire, las escarpias clavan en la piel ensangrentada y el frío y el hambre han dejado los huesos a flor de piel…
El miedo de España no es la ciclogénesis «Petra», es Mariano Rajoy. ¿Es que la mayoría absoluta del gobierno le autoriza sólo a desmantelar las prestaciones básicas como sanidad y educación? ¿Por qué no desmantela el Senado, las Diputaciones y algún que otro «garito» creado para vivir bien los políticos? ¿Por qué el gobierno y los políticos no se bajan el sueldo? —porque ustedes tienen un sobrecoste ya que además les pagamos viajes, coches, dietas y lujos—. También me parece de escándalo que el gobierno necesite de cuarenta o cincuenta asesores, eso cuesta un riñón, porque cada uno cobra más que el mismo presidente.
Señor Rajoy imagínese, si puede, que usted gana 1.500€ para mantener a una familia de cuatro miembros, su mujer, sus dos hijos y usted: comer, vestir, colegio de los niños, agua, luz, teléfono (se puede prescindir), si tiene coche, la gasolina, y si no bonos de transporte, la hipoteca… ¿Qué? ¿Cómo lo ve? Difícil, ¿verdad? Pues ¡imagínese si usted estuviera en el paro! No sé si podrá hacerse una idea de cómo se sienten millones de españoles que se encuentran al límite de la esperanza y de los que no tienen ninguna. El poder adquisitivo de los españoles está en niveles mínimo, y los derechos incuestionables recogidos en la Constitución se están profanando y pisoteando como si fueran papel mojado.
Lo que sí sabrá es que en España los ricos son una minoría (entre los que se encuentran los políticos). Los que viven tan ricamente representa, más o menos, un 20% de los españoles El resto vive, malvive y no vive. Hágase cargo y mire a los ojos a las personas que viven en la calle, a los millones de parados y a los millones que tienen una pensión mínima, con ese panorama nos imaginamos que hay unos veinticinco millones de españoles que viven de sueldos militaristas, pues sobre esos está recayendo todas las cargas de su gobierno.
Los diferentes gobiernos que gobiernan por todos los reinos de taifa de la geografía española hablan de apretarse el cinturón, pero los demás. Se despiden funcionarios y a los que quedan les recortan el salario. ¿Y ustedes qué?, presidentes, alcaldes, diputados, senadores, concejales, asesores, gerentes, directores y demás enchufes, todos son funcionarios públicos y la diferencia de salarios, un agravio comparativo. Gobernantes, estamos todos en el mismo barco y si ahora toca remar, ¡pues a remar, todos!
El gobierno dice que no queda otra, hay que aplicar medidas duras para salir de la crisis, ¿y los bancos qué? Habrá que hacer alguna reforma económica que lleve, sin temor, a sanear las cuentas para poder sanear las arcas, ¿no cree? Es escandaloso que estando España en estado de emergencia social se hable de cuantiosos beneficios bancarios cuando ellos son parte del problema.
¡Qué chollo! Los miembros del gobierno tan pronto dejan de ser ministros tienen asegurado un puesto en la empresa pública o privada como asesor, director, gerente… Sin ir más lejos, Zapatero y la ex Salgado no han dado cuenta de sus anteriores gestiones, pero ellos están tan ricamente. A Salgado se la rifan y Zapatero, aunque las empresas no apuestan por él porque carga con el sambenito de gafe, puede vivir como «ex» toda la vida ya que cobrará, de forma vitalicia, unos 150.000 € al año.
Setenta mil como expresidente y ochenta mil euros como miembro del Consejo de Estado. Esto es gracias a una ley que él mismo aprobó en el 2004: todo expresidente es miembro automático del Consejo General del Estado. ¿Y qué función tiene este Órgano? ¡Ninguna!
Se habla de que hay que buscar un nuevo modelo social, económico, político y cultural, creo que lo que hay que hacer es controlar esos coladeros por donde los dineros se van de pillaje. Hay mucho alto cargo que se encarga de que el dinero vaya destinado a su servicio y no para servir a la colectividad. Es urgente modificar ciertos descontroles para que nadie pueda desviar un céntimo del objeto de destino. Cada evento programado debe ser ejecutado para ser liquidado y no como ahora, se crean mil eventos (chanchullos) que se cobran sin ser realizados, llámense cursillos, cursos o concursos, y ojo con los proyectos que se ejecuten, hay que mirarlos con lupa porque por ahí se van los mayores dinerales. Por ejemplo, un proyecto cualquiera que de coste tenga cien mil euros, se presentará presupuestado por quinientos mil, para repartirse suculentas comisiones entre amigotes y parientes.
Últimamente no ganamos para sustos, cada día nos despertamos con un nuevo recorte o subida de impuestos, el Estado de Bienestar va a ser cosa del pasado. Nuestros hijos sin trabajo y sin esperanza… El de los brotes verdes nos decía que la situación mejoraría en el 2011 pero fue a peor, nos hundimos, y el 2012 es de infarto. Pero menos mal que para calmarnos nos dicen que esto empezará a mejorar en el 2015. ¡Uf, por fin vemos la luz!
Con la reforma laboral, los empresarios son los únicos que se frotan las manos. La ley la tienen de su parte, pero si ustedes bajan salarios y despiden trabajadores, está claro que lo que ustedes venden no se lo podremos comprar, por tanto, su empresa quiebra… Esto es un círculo vicioso.
Con respecto a esto, Carlos Gorostiza escribió el siguiente artículo:
Yo aviso.
Aviso a Seat, Renault, Ford, Opel… que he reparado mi viejo coche y ya he descartado cambiarlo. Aviso a BBVA, Santander, la Caixa… que he renunciado a aquella compra que tenía pensada y que no necesitaré ya pedir ningún crédito. Aviso a Bimbo, Danone, Néstle, Fairy, Ariel… que me he convertido en un experto en marcas blancas, son las únicas que ahora llenan mi carro. Aviso a El Corte Inglés, Cortefiel, Inditex… de que ya sólo compro ropa en rebajas, mercadillos… ¡Ah! Y que conozco a todas las modistas de mi barrio… Avisa a las petroleras, a las televisiones de pago y a los Hoteles que se va de camping… Carlos sigue avisando y se siente privilegiado por tener un sueldo excelente en comparación con la mayoría de sus amigos y que sus decisiones no son nada comparadas con las que, sí o sí, han de tomar millones de consumidores. Porque —señores— no olviden que austeridad es NO COMPRAR. Los que aplauden la reforma laboral que precaria los empleos, que expulsa a la clase media del mercado, que destroza la esperanza de los jóvenes más preparados que miran al extranjero como hicieron sus abuelos… Tal vez, van a tener que cavar la tumba de los negocios que hasta ahora les hicieron ricos. Quien paga sueldos ni-miliuristas… Es obvio, que no habrá consumidores capaces de comprar lo que él tanto necesita vender. Carlos avisa de que su huelga particular empezó antes del 29 y se prolongará mucho después. ¿Y la de usted?
Publicado en un periódico de Vascongadas.
Hay que exigir transparencia política y bancaria: en estas organizaciones se esconden todos los males que nos atormentan. España está en ¡Alerta Roja! Han saltado todas las alarmas porque desaparece el Estado de Bienestar para pasar al Estado de Calamidad. Los españoles nos sentimos morir, estamos para salir en una esquela:
"Rogad a Dios, por caridad, por la desaparición de puestos de trabajos. Por los estómagos hambrientos. Por la dignidad y la esperanza perdida…"
Me da escalofríos tal frivolidad, pero ¿cómo recuperar la esperanza de seis millones de parados?
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