El Jacobeo

Jacobeo es lo perteneciente o relativo al apóstol Santiago. Se denomina Año Santo Jacobeo (en gallego, Ano Santo Xacobeo) al año en que el 25 de julio cae en domingo. Esto sucede con una cadencia regular de 6-5-6-11 años, de modo que en cada siglo se celebran catorce Años Santos. Esta cadencia de los años jacobeos se explica por el ritmo de los años bisiestos y en el hecho de que la semana tiene 7 días. Si no hubiera años bisiestos tendríamos año jacobeo cada 7 años.

El jubileo compostelano fue establecido por el Pontífice Calixto II en el año 1122; él mismo había sido con anterioridad peregrino hasta Santiago de Compostela cuando ocupaba la silla arzobispal de Francia. También estableció el primer Año Jubilar en 1126. Los últimos han sido 1993, 1999, 2004 y 2010. El próximo será en al año 2021.

Nuestra historia cristiana comienza con la Encarnación del Señor en la purísima entraña de María Santísima. Año I de nuestra historia y ya vamos por el 2010 y así continuaremos contando hasta el final de los tiempos. En España esta historia comienza con la presencia de Santiago Apóstol, uno de los tres predilectos del Señor y el primero entre los doce en derramar su sangre por el Evangelio.

La Iglesia se va expandiendo poco a poco y con fuertes dificultades e incluso con derramamiento de sangre (llega a las islas canarias por el año 1351). La sangre de los mártires es semilla de cristianos.

En el 2004 fue el primero de los 14 Años Santos que se celebrará en el presente siglo XXI. El Año Santo Jacobeo es un periodo durante el cual la Iglesia concede singulares gracias espirituales a los fieles. El Año Santo es una gracia para todos, y al mismo tiempo, es una invitación a los que se encuentran distantes de una actitud de fe, para volver de nuevo a la vida cristiana. Y como ha dicho el Obispo: «La peregrinación jacobea es una llamada a la esperanza cristiana». El último Año Santo (fin de siglo y fin de milenio) fue en 1999.

Está claro que la romería a un santuario nace de la devoción, y para que la peregrinación surta sus efectos hay que realizarla con fe ya que la finalidad de la misma es alcanzar gracias y para ello, hay que cumplir con unos requisitos o condiciones que marca la Iglesia. Es decir, que quien se pone en camino sabe lo que eso significa y por tanto, el peregrino se entrega para hacerse merecedor de los dones que se le atribuyen al dejarse guiar por el espíritu. La Gracia Santificante es dogma de fe. Porque peregrinar no es sólo andar. Se trata de andar por el camino motivado «por» o «para algo». Impulsados, principalmente, por el sentido motivador del crecimiento interior y la riqueza personal y religiosa.

La Coruña tiene la suerte de ser el destino del apóstol Santiago y por eso allí está la cuna del jacobeo. Compostela lugar santo y de encuentro, a donde llegan de todos los pueblos del mundo, para celebrar con honores y alegría las fiestas del Señor Santiago. También en muchos puntos de España y de Canarias, pero en Gran Canaria tenemos el honor de celebrarlo doblemente, en Gáldar y en Tirajana: Santiago de los Caballeros y Santiago de Tunte.

Es un privilegio muy importante para nuestra isla, Gran Canaria, contar con dos templos consagrados para obtener las gracias espirituales en Año Santo Jacobeo: el Templo Arciprestal de Santiago de Gáldar y la Iglesia de San Bartolomé de Tirajana.

Oración del peregrino:

Apóstol Santiago, elegido entre los primeros: Tú fuiste el primero en beber el cáliz del Señor, y eres el gran protector de los peregrinos; haznos fuertes en la fe, alegres en la esperanza y fieles en nuestro caminar de peregrinos siguiendo el camino de la vida cristiana. Aliéntanos para que, finalmente, alcancemos la gloria de Dios Padre. Amén.

Fotografía: Alfredo Miguel Romero, cc.