viernes, 4 de diciembre de 2009

Sí… preguntaría a Darwin

Ilustración de la evolucion humana.


El Origen de las especies (1859). Este mes de noviembre hizo 150 años de la publicación de la obra que revolucionó la ciencia y abrió nuevos horizontes a la investigación.
Charles Robert Darwin, naturalista inglés (1809-1882). Estudió en Edimburgo y Cambridge. Este hombre cambió las ideas sobre la naturaleza y los seres vivos del planeta.

Como naturalista formó parte de la expedición del Beagle que realizaba su misión científica, y en ese viaje, durante el cual visitó América del Sur y las islas del Pacífico, hizo una serie de observaciones que fueron base de su obra. Tras sus estudios de observación llegó a la conclusión de que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo a partir de un antepasado común mediante un proceso denominado selección natural.

Durante los cinco años que duró la expedición, fue tomando notas y apuntes de geografía, geología, botánica y zoología, así como de gran número de muestras. Más que el comportamiento y el aspecto de animales y plantas de remotos lugares del globo, le interesaba más el significado de el cómo y el por qué.

La teoría de Darwin tuvo inmediatas repercusiones éticas, morales y políticas, porque según él, su descubrimiento de la evolución arrojaría nueva luz sobre la cuestión del origen del hombre, según la cual, el hombre procedía del mono. Ese vínculo genealógico enfrentó a la comunidad científica, filósofos, teólogos…

La reacción más recurrente de su teoría en el ámbito popular, se reflejaba en las sátiras y caricaturas de los periódicos y revistas de la época —él convertido en un mono— Posición de la especie humana, Darwin, en la jerarquía animal.

De joven llegó a plantearse convertirse en clérigo anglicano sin dudas sobre la verdad literal de la Biblia, pero sus relaciones con otros científicos le hicieron adoptar un pensamiento crítico que buscaba explicaciones más allá del milagro de la teología de la creación divina, y con la muerte de su hija Annie quedó destrozado y su fe resentida y dejó de acudir a la iglesia. Empezó a considerar la religión como un mecanismo estratégico de supervivencia, pero aún creía que, en último término Dios era el «dador de vida». Ya al final de su vida volvió al cristianismo.

Hoy en día las investigaciones, los estudios y descubrimientos, parece ser, que dan por cierta la teoría de Darwin y mantienen que efectivamente los hombres venimos del mono… A mí me surge la duda, si es por parecido no sé yo… ya quisiera el mono…
Por genes, también hay similitud con los del cerdo (cochino) que hasta podemos recibir donaciones de órganos sin problemas y también con otros animales, es más, he leído que los humanos nos parecemos a los melones, según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ambos tenemos 26.000 genes.

Creo que la edad del hombre no es tan lejano en el tiempo como, por ejemplo los cocodrilos BoarCroc de hace 100 millones de años poblaron el Sáhara o los dinosaurios, lo que si sé es que el Creador creó diversidad de animales y plantas y todavía nos podemos estar sorprendiendo por nuevos descubrimientos. Se conoce mucha flora y mucha fauna pero la naturaleza es infinita… Las formas, tamaños y colores no tienen límites para el Creador.

Darwin se sorprendía en cada lugar que iba con la diversidad de animales y plantas que encontraba, claro está…, el Creador creó para cada lugar su flora y fauna única, autóctona. Creo que cada animal está dotado de su peculiaridad por su alimentación y su entorno. No creo que a un pájaro le va a crecer el pico porque su alimentación se agota y para sobrevivir necesita un pico más largo… Hay miles de pájaros parecidos y diferentes, miles de animales, miles de peces, miles de bichos, miles de semillas todo por millares.

Sin ir más lejos ¿cuántas clases de primates, simios o monos hay? Más de 150 géneros de monos de los cuales, más de dos tercios se han extinguido…, por tanto, aquí viene la pregunta: ¿de qué mono venimos? Parece ser que el chimpancé es el más «mono» y guarda más parecido con los humanos… Yo más bien creo que tenemos un poco mono de todos los monos: fuertes como los gorilas, agresivos como los babuinos, un poco orangutanes, aulladores, mandriles, macacos, gibones, arañas, micos, barrigudos, násicos, capuchinos, titíes, saimiris, cais, etc., etc.
¡Hay que ver…! Mira que fueron insolidarios los dichosos monos, a la vista está… que la idea la tuvieron unos pocos que empezaron a evolucionar y dejaron colgados de los árboles a sus congéneres y hasta hoy…

Permitirme la ironía frente a esta maraña de monos me parece un insulto hacia el hombre…, incluso pensar que somos parientes. Uds., perdonen pero, viendo a Tarzán de la mano del mono… no, no le veo el parecido… no me convence… Dios creó a tantos monos diferentes y ¿fueron los monos a los que se les ocurrió evolucionar para hacerse humano? o ¿un día una mona tuvo gemelos, mono y humano…? Debieron de tener mucho poder y control de su mente para llegar a dominar su cuerpo. Por mucho que lo piense no tengo por donde verlo razonablemente lógico y mínimamente creíble…

No quiero ni pongo en duda la inteligencia y la sabiduría de Darwin, lo que sí me parece es que habiendo viajado por el mundo y maravillado y asombrado de la diversidad y variedad de especies, y que habiendo estudiado y observado a la naturaleza en todo su poder y grandeza haya dudado del Creador…

Por mucho que reflexiono y trato de situarme para entender, mi capacidad de comprensión se niega… La duda de los que dudan es su duda. Aún aceptando que venimos del mono, el mono no brotó de la tierra y aún así, es obra del Creador y aún así, el Creador tuvo que intervenir para colmar de dones a esa nueva criatura. Por tanto, yo lo tengo claro porque yo no tengo duda de que el hombre es creación directa del Creador y que el hombre es el último eslabón de la creación, aunque cada día la vida se crea y recrea…

SÁTIRA MONA

La selva llena de vida.
Los animales contentos.
Comida y diversión
la consiguen al momento.

Los monos están alegres
saltando de rama en rama.
Sus días pasan tranquilos.
Están feliz en la manada.

Un día uno pensó
y le dijo a los demás…
¿Por qué no convertirnos en hombres?
¡Vamos a evolucionar!

Marchándose del lugar,
se hicieron una cueva
y descubrieron el fuego
para no estar a dos velas.
Diseñaron un tapa rabo
y se pusieron a coser
Inventaron la palabra
para poderse entender.

Aprendieron a cocinar
Para celebrar banquetes.
Se pusieron una corbata
para estar más elegantes.

Al mirarse en el espejo…
Vio que no era muy guapo,
pasó por la peluquería
y hasta por el cirujano.

No sé si son sentimientos,
pero algo está cambiando.
Me da pena de los monos
que en el árbol están colgado.

Mira que somos muy monos
y además, somos muy listos.
Ya no ves mono, ves hombre;
lo hemos conseguido, solitos.

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