domingo, 5 de enero de 2025

Día de Reyes diferentes


 

Sabemos que toda celebración en cada lugar tiene sus diferentes particularidades, y el Día de Reyes es una de ellas. Aunque la figura más universal de la Navidad es Santa Claus, en la tradición cristiana, los Reyes Magos siguen celebrándose en países latinos y parte de Europa.

El Día de Reyes se celebra cada 6 de enero y, en España, es una de las tradiciones más importantes de la Navidad y del año. Sin embargo, esta festividad de carácter cristiano no tiene presencia en muchos otros países.

La tradición marca que el 6 de enero, los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, dejan regalos a los niños, al igual que hicieron en el pasado con Jesús, a quien regalaron oro, incienso y mirra. Además, el día previo, 5 de enero, muchas ciudades realizan la Cabalgata de Reyes, donde sus Majestades recorren las calles repartiendo caramelos e ilusión a los más pequeños.

En Sudamérica uno de los países que mantienen esta fiesta, aunque la celebran de manera distinta, son Brasil, donde el 5 de enero se conmemora la llegada de los Reyes Magos, conocida como "Folia de Reis". En este día, los hombres van de casa en casa cantando versos y relatando el viaje de los Reyes.

En Colombia, el Día de los Reyes Magos se celebra el primer lunes a partir del 6 de enero y conmemora lo mismo que en España: la llegada a Belén de las majestades de Oriente. Además, en esta fecha, muchas familias quitan los adornos navideños, como el belén, como símbolo del fin de las vacaciones. Sin embargo, otros enlazan las fiestas con el Carnaval de Negros y Blancos o el Carnaval de Riosucio, que tienen lugar durante el fin de semana de Reyes.

En Puerto Rico, para la "Epifanía", se corta el césped y la hierba se guarda en una caja de madera que se deja debajo de la cama a modo de intercambio: alimento para los camellos y regalos para los niños.

Europa y la tradición cristiana. Aunque el Día de Reyes se celebra en varios países latinos que fueron colonias españolas, también es una tradición en Europa, especialmente en los países de tradición católica, como Polonia, Bélgica y Austria. En el caso de Alemania, se cree que los restos de los Reyes Magos se encuentran en la Catedral de Colonia, aunque la festividad no es tan relevante en el país.

En Francia, se compra un Galette des Rois, un pastel parecido al Roscón, en cuyo interior se coloca una figura del rey por cada miembro de la familia. Quien la encuentre en su trozo de pastel debe llevar una corona dorada durante el resto del día. Esta tradición también se sigue en otros países europeos como Italia y Portugal.

En el país luso, se celebran los Reyes Magos sin regalos. Las familias se reúnen para cenar el 5 de enero y comer el 6 de enero uno de los platos estrella de su gastronomía: el bacalao con papas. Como postre, toman Bolo Rei, una especie de Roscón que contiene frutos secos y pasas en su interior.

Por otro lado, en Italia también se celebra esta festividad cristiana, pero se sustituye a la figura de los Reyes Magos por la Bruja Befana, quien, durante la noche del 5 de enero, reparte dulces y regalos a los niños. Según la leyenda, Befana ayudó a los Reyes Magos a llegar a Belén, pero no quiso acompañarlos durante el trayecto. Tras esta decisión, la bruja se arrepintió y decidió repartir por su cuenta regalos a los niños.

Celebraciones parecidas a la de España. En México, al igual que la costumbre española, en este día se come roscón (allí llamado "rosca"), que lleva varias figuras del niño Jesús en su interior. A quien le salga la figura, deberá invitar a tamales el Día de la Candelaria, celebrado el 2 de febrero.

Otro país sudamericano donde la tradición es muy parecida a la de España es Argentina, donde los niños escriben una carta a los Reyes Magos y la dejan en los zapatos, donde se encontrarán los regalos el 6 de enero.

Aunque las celebraciones sean algo diferentes, la tradición sigue vigente en el mundo que conmemora la llegada de los Tres Reyes Magos a Belén para ver al Niño Jesús.

 

Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar:

Hermosa misión la de Ustedes, pero este año no quiero pedir regalos. Sí, ya sé que no es propio en tiempo de tantos regalos, pero he querido escribirles esta carta, simplemente, para darles las GRACIAS, con mayúsculas, por ser parte de mi vida y de la de toda mi familia, por llenar cada uno de los hogares del mundo de sonrisas, de felicidad, de abrazos y de besos cada Navidad.

Seguro que esta carta les sorprende, porque seguramente no reciben muchas cartas de agradecimiento, ya que por lo general la sociedad es más dada a pedir, y creo que ya es hora de que alguien les dedique unas palabras agradeciendo la labor y el gran esfuerzo que hacen cada año, para contentar todos los deseos y, sobre todo, por lo que representan y significan en la vida de los creyentes y de toda persona de buena voluntad que con su generosidad ayuda a que el mundo sea mejor y más humano.

Gracias por tantos años cumpliendo sueños y despertando emociones, por tener un rayito de esperanza siempre en vuestros bolsillos. Gracias por llenar de ilusión y alegría los hogares donde los niños les esperan alborozados. Gracias por ilusionarnos, por pensar en todos y dedicar un tiempo a cada uno, por vuestra paciencia infinita y por el esfuerzo que hacen año tras año repartiendo regalos cargados de esperanza y simbolismo.

Sobre todo, les quiero dar las gracias por mantener encendida la llama de la esperanza cada noche del 5 de enero, donde las sorpresas iluminan los sueños y el corazón se llena de alegría. Parece que todas las tristezas y problemas se desvanecen para dejar paso a una mañana del 6 de enero cargado de felicidad y de caras risueñas y amables. Gracias por esa labor tan preciosa, gracias por ser los causantes de ese bienestar que inunda cada casa por la que pasan sin hacer ruido para que nadie se despierte antes de tiempo. 

Y no me quiero despedir sin antes agradecerles todo lo que simboliza esta noche mágica. La fe para unos, la esperanza para otros, e incluso lo material para unos pocos. En mi caso, me quedo con la fe y la esperanza de creer que todo es posible, aunque sea solo una noche al año. Me quedo con el quehacer de una agotadora noche, para que niños y mayores disfruten como nunca de un día en el que todo se llena de ilusión, armonía y amor. Amor, que sea el amor el que reine en las familias y en el mundo.       

Gracias, de corazón. Les espero el año que viene…


Fotografía: Internet


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