Hay momentos en la vida en los que extrañas tanto a algunas personas que quisieras sacarlas de tus sueños y envolverlas en un abrazo.
Por eso, sueña lo que desees soñar, ven a dónde desees ir, sé lo que deseas ser, porque solamente tienes una vida y una oportunidad para hacer todo lo que deseas hacer.
Muchas de las cosas que deseas dependen de ti: Ten la suficiente alegría que te haga dulce, los suficientes tropiezos que te hagan fuerte, la suficiente tristeza que te haga humano y la suficiente esperanza que te haga feliz. La mayoría de la gente feliz, no lo son porque tenga lo mejor de todas las cosas, lo son porque toman lo mejor de las cosas que encuentran a lo largo de su camino.
La felicidad existe para aquellos que lloran, para los que sufren, para los que buscan su camino, para los que han tropezado; solamente ellos pueden apreciar la importancia de las personas que han pasado por sus vidas y el valor de todo lo que les rodea.
Recuerda que la vida comienza con una sonrisa, crece con un beso y termina con una lágrima… Cuando naciste, tú llorabas y a tu alrededor todos sonreían. Vive tu vida de manera que cuando mueras seas tú quién sonrías y los que te rodean lloren, bien porque tu ausencia les duele, o de arrepentimiento por el daño que te hicieron.
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