Era un día caluroso de verano y el niño decidió ir a nadar en la laguna detrás de su casa. Salió corriendo por la puerta, se tiro al agua y nadaba feliz. Estaba tan a gusto que no se percató que un cocodrilo se le acercaba. Su madre desde la ventana de su casa, vio con horror la tragedia que se avecinaba. Alarmada gritó al niño para que saliera del agua, el niño asustado intentó huir del peligro pero era demasiado tarde. La madre salió apresurada y desde el embarcadero, agarró al niño por los brazos justo cuando el depredador atrapó las piernas entre sus dientes. La mujer tiraba con toda la fuerza de su corazón. El cocodrilo era más fuerte, pero la madre no se rendía, la determinación y el amor no la abandonaban. Un señor que escuchó los gritos se acercó al lugar y con una pistola mató al cocodrilo. El niño sobrevivió y, aunque sus piernas sufrieron desgarros consiguió volver a caminar.
Pasado algún tiempo y recuperado del gran susto, un periodista le preguntó al niño si le quería enseñar las cicatrices de sus piernas. El niño levanto los pantalones y se las mostró. Pero entonces, con gran orgullo se remangó las mangas de la camisa y señalando hacia las cicatrices de sus brazos le dijo:
—Las cicatrices que usted debe ver son estas, estas son las más importantes.
Eran las marcas de las uñas de su madre, que al agarrarlo con tantas fuerza para liberarlo del cocodrilo, la presión le dejo unas enormes marcas.
—Las tengo porque mamá no me soltó y me salvó la vida.
Muchos van por la vida llevando las cicatrices de pasados dolorosos, es que a veces las circunstancias se imponen con crudeza. Otras veces son el resultado de las propias acciones y en estos casos, siempre tratan de echarle la culpa a los demás.
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jueves, 28 de abril de 2016
martes, 26 de abril de 2016
Recuerda dar gracias
Un alma recién llegada al cielo se encontró con San Pedro. El Santo llevó al alma a recorrer el cielo. Ambos observaban los grandes talleres llenos de ángeles. San Pedro se detuvo frente a la primera sección y dijo:
—Ésta es la sección de recibo. Aquí todas las peticiones hechas a Dios mediante la oración son recibidas.
El alma miró a la sección y estaba terriblemente ocupada con muchos ángeles clasificando peticiones escritas en voluminosas hojas de papel de personas de todo el mundo.
Ellos siguieron caminando hasta que llegaron a la siguiente sección y San Pedro le dijo:
—Esta es la sección de empaquetado y entrega. Aquí las gracias y bendiciones que pide la gente son empacadas y enviadas a las personas que las solicitaron. El alma vio cuán ocupada estaba. Había tantos ángeles trabajando en ella como tantas bendiciones estaban siendo empacadas y enviadas a la tierra. Finalmente, en la esquina más lejana del cuarto, el alma se detuvo en la última sección. Para su sorpresa, sólo un ángel permanecía en ella ocioso haciendo muy poca cosa.
—Ésta es la sección del agradecimiento —dijo San Pedro al alma.
—¿Cómo es que hay tan poco trabajo aquí? —preguntó el alma.
—Esto es lo peor —contestó San Pedro—. Después que las personas reciben las bendiciones que pidieron, muy pocas envían su agradecimiento.
—¿Cómo se agradece las bendiciones que Dios nos concede?
—Simple —contestó San Pedro—. Solo tienes que decir: Gracias, Señor.
—Ésta es la sección de recibo. Aquí todas las peticiones hechas a Dios mediante la oración son recibidas.
El alma miró a la sección y estaba terriblemente ocupada con muchos ángeles clasificando peticiones escritas en voluminosas hojas de papel de personas de todo el mundo.
Ellos siguieron caminando hasta que llegaron a la siguiente sección y San Pedro le dijo:
—Esta es la sección de empaquetado y entrega. Aquí las gracias y bendiciones que pide la gente son empacadas y enviadas a las personas que las solicitaron. El alma vio cuán ocupada estaba. Había tantos ángeles trabajando en ella como tantas bendiciones estaban siendo empacadas y enviadas a la tierra. Finalmente, en la esquina más lejana del cuarto, el alma se detuvo en la última sección. Para su sorpresa, sólo un ángel permanecía en ella ocioso haciendo muy poca cosa.
—Ésta es la sección del agradecimiento —dijo San Pedro al alma.
—¿Cómo es que hay tan poco trabajo aquí? —preguntó el alma.
—Esto es lo peor —contestó San Pedro—. Después que las personas reciben las bendiciones que pidieron, muy pocas envían su agradecimiento.
—¿Cómo se agradece las bendiciones que Dios nos concede?
—Simple —contestó San Pedro—. Solo tienes que decir: Gracias, Señor.
domingo, 24 de abril de 2016
Mírate tú primero
—Cuando mires a los que están a tu alrededor procura mirarte a ti mismo —dijo el maestro al discípulo.
—Pero, ¿no es una actitud egoísta? —cuestionó el discípulo—. Si nos preocupamos por nosotros mismos jamás veremos lo bueno de los demás.
—Ojalá siempre consiguiéramos ver las cosas buenas que posee nuestro prójimo —contestó el maestro—. Siempre que miramos con buenos ojos todo lo vemos bueno, pero cuando queremos hacer daño, miramos al hermano sólo buscando defectos y si no, los inventamos con falsos testimonios para hundirlo. Cuando intentamos descubrir una maldad, es porque deseamos que sea peor que nosotros. Con malas intenciones conseguimos herirlo adjudicándole actitudes y hechos falsos y afirmamos que decimos la verdad, cuando estamos intentando ocultar nuestra inferioridad. Fingimos que somos importantes para que nadie pueda ver nuestra fragilidad. Por eso siempre que estés juzgando a tu hermano ten conciencia de que eres tú quien está en el tribunal.
—Pero, ¿no es una actitud egoísta? —cuestionó el discípulo—. Si nos preocupamos por nosotros mismos jamás veremos lo bueno de los demás.
—Ojalá siempre consiguiéramos ver las cosas buenas que posee nuestro prójimo —contestó el maestro—. Siempre que miramos con buenos ojos todo lo vemos bueno, pero cuando queremos hacer daño, miramos al hermano sólo buscando defectos y si no, los inventamos con falsos testimonios para hundirlo. Cuando intentamos descubrir una maldad, es porque deseamos que sea peor que nosotros. Con malas intenciones conseguimos herirlo adjudicándole actitudes y hechos falsos y afirmamos que decimos la verdad, cuando estamos intentando ocultar nuestra inferioridad. Fingimos que somos importantes para que nadie pueda ver nuestra fragilidad. Por eso siempre que estés juzgando a tu hermano ten conciencia de que eres tú quien está en el tribunal.
miércoles, 20 de abril de 2016
La cicatriz
En una escuela de primaria se celebraban los primeros encuentros entre padres y profesores, pero un niño aunque invitó a su madre, le daba vergüenza que la conocieran debido a una gran cicatriz que la afeaba, y esta era la primera vez que sus compañeros y profesores tenían la oportunidad de conocerla.
A pesar de que era una mujer hermosa, impactaba la enorme cicatriz que cubría casi todo el lado derecho de su rostro. El niño nunca quiso preguntarle acerca del porqué o el cómo se la había hecho.
En la convivencia la gente quedó impresionada por la bondad y la belleza natural de aquella madre, a pesar de la cicatriz, pero el niño seguía avergonzado y se ocultó de todos. Sin embargo se mantuvo a una distancia que le permitía escuchar lo que conversaban su madre y su maestra, y esto fue lo que oyó:
—¿Cómo se hizo esa cicatriz en la cara? —Le preguntó la maestra.
La madre respondió:
—Cuando mi hijo era un bebé, estaba en una habitación que se incendió. Todos tenían mucho miedo a entrar porque el fuego estaba fuera de control, pero yo entré a salvar a mi hijito. Cuando corría hacia su cuna vi que caía una viga y me tiré sobre mi niño para protegerlo. El golpe me dejó inconsciente, pero, por suerte, entró un bombero y nos salvó a los dos.
La madre tocándose la gran cicatriz quemada del rostro, continuó hablando…
—Está cicatriz será permanente, pero hasta el día de hoy, nunca lamenté haber hecho lo que hice por mi hijo.
El niño al escuchar el relato de su madre corrió junto a ella, con lágrimas en los ojos, la abrazó y agradeció el sacrificio que había hecho por él… Es que en el amor no hay límites, ni en dar, ni en recibir. Podemos cosechar los mejores frutos cuando somos solidarios y compartimos con generosidad.
¡Maldito egoísmo! Que feo es cuando uno da a manos llenas y sólo recibe desprecio. La solidaridad es el amor con un compromiso de amistad familiar y social.
La solidaridad nos aleja de la violencia y nos acerca a la paz. Seamos solidarios para multiplicar la amistad y la unidad. La solidaridad no necesita salario; se paga por sí misma, porque donde hay solidaridad hay justicia y donde hay justicia hay paz.
lunes, 18 de abril de 2016
Manifiesto
Mi Reputación por ser español…
¡¡¡ En los últimos tiempos mi vida se complica!!!
No obstante, agradezco a todos mis amigos que todavía se atrevan a relacionarse conmigo, a pesar de todos mis defectos…
Nací blanco, lo que hace de mí un racista.
No voto a la izquierda, lo que hace de mí un fascista.
Soy cristiano, lo que hace de mí un perro engañado (según los moros).
o reflexiono sin creerme todo lo que la prensa me dice, lo que me hace un peligroso reaccionario.
Valoro mi identidad y mi cultura, lo que hace de mí un xenófobo.
Me gustaría vivir con seguridad y ver a los delincuentes en la cárcel, lo que hace de mí un bastardo torturador.
Creo que cada uno debería ser recompensado según sus méritos, lo que hace de mí un egoísta antisocial.
Estoy orgulloso de ser español, lo que atenta contra la libertad y el derecho a decidir democráticamente de los pueblos oprimidos.
He sido educado en valores y principios, lo cual hace de mí un carca que se opone al bienestar social.
Creo que la defensa de mi país es cosa de todos los ciudadanos, lo cual hace de mí un militarista asesino.
Además tengo un pequeño negocio de barrio, soy empresario lo cual lejos de emprendedor que arriesga, soy un explotador de la clase trabajadora.
Pues nada. He aquí una breve reseña de mi mala reputación…
A este manifiesto se sumarían millones de españoles, con suerte media España, y la otra mitad nos tacharían de antidemocráticos, porque hoy la democracia está denigrada por los antisistema «salvapatrias». Sátrapas que van atropellando los derechos y las libertades individuales, sin respetar la propiedad ni la libertad de credo… Sin valores y sin respeto, feo escenario de convivencia para las nuevas generaciones.
miércoles, 13 de abril de 2016
Temores de Hemingway
Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mí mismo.
Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso cuando no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta que de todos modos opinan.
Temía me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mí mismo.
Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien el comienzo.
Temía al odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que ignorancia.
Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mí mismo.
Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía al pasado, hasta que comprendí que es sólo mi proyección mental y ya no puede herirme más.
Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.
Temía al cambio, hasta que vi que aún la mariposa más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que nuestras vidas cada día tengan más vida y si nos sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo más.
Hay que vivir ligero porque el tiempo de morir está fijado.
Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso cuando no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta que de todos modos opinan.
Temía me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mí mismo.
Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien el comienzo.
Temía al odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que ignorancia.
Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mí mismo.
Temía hacerme viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía al pasado, hasta que comprendí que es sólo mi proyección mental y ya no puede herirme más.
Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.
Temía al cambio, hasta que vi que aún la mariposa más hermosa necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que nuestras vidas cada día tengan más vida y si nos sentimos desfallecer no olvidemos que al final siempre hay algo más.
Hay que vivir ligero porque el tiempo de morir está fijado.
sábado, 9 de abril de 2016
Las relaciones entre hermanos
Convivir supone compartir, cooperar, colaborar, ceder… La convivencia familiar pone a prueba nuestra paciencia, nuestra tolerancia, nuestra solidaridad, etc. Aprendemos a relacionarnos en el seno familiar con los padres y hermanos, y no siempre la convivencia entre hermanos es fácil, todo depende del carácter y de ciertos lastres innatos como la envidia y los celos que se encargarán de enturbiar las buenas relaciones de infancia. Lo peor es cuando se prolongan en el tiempo.
Según los expertos pueden haber notables diferencias entre las relaciones de hermanos, hermanastros y gemelos. Yo creo que, en la relación del tipo que sea, lo que estropea todo es la envidia. Los psicólogos nos dan pautas para evitar en la medida de lo posible, los conflictos y las rivalidades pero el tema no es tan sencillo.
martes, 5 de abril de 2016
Del Quijote
Párrafo memorable de El Quijote:
Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho;
los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones;
nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos;
la cosa más fácil, equivocarnos;
la más destructiva, la mentira y el egoísmo;
la peor derrota, el desaliento;
los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor;
las sensaciones más gratas, la buena conciencia,
el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobre todo,
la disposición para hacer el bien y combatir las injusticias donde quiera que estén.
Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho;
los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones;
nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos;
la cosa más fácil, equivocarnos;
la más destructiva, la mentira y el egoísmo;
la peor derrota, el desaliento;
los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor;
las sensaciones más gratas, la buena conciencia,
el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobre todo,
la disposición para hacer el bien y combatir las injusticias donde quiera que estén.
viernes, 1 de abril de 2016
Medicina para la salud
¿La mejor medicina para la salud? La felicidad. Para ello hay que tener una actitud optimista, así podremos prevenir las depresiones, el estrés y la anorexia, pero para ser optimista es muy importante la ayuda de la familia y de los amigos.
Hoy en día se hacen estudios de todo para determinar los por qué de todo, porque para dar soluciones hay que buscar las causas. Según el informe, para la realización de este estudio se ha utilizado una muestra de 3.000 personas entre 18 y 65 años a las que se les realizaron entrevistas y cuestionarios para conocer la relación entre salud y felicidad.
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