La orilla del mar blanca
por esas olas bravías.
Espuma que envuelve la arena
bordando toda la orilla.
Los barcos van y vienen,
dejan una estela espumosa.
Surcan las aguas del piélago
buscando un lugar en la costa.
Mi mar, mi océano Atlántico,
lo veo desde mi ventana.
Las olas que van y vienen.
El color azul de sus aguas.
Olor a sal y mariscos.
Rugen en la orilla las olas,
baten contra las rocas
y suenan las caracolas.
Rodeada la tierra mía
de agua por todas partes,
no me deja salida alguna
para poder escaparme.
No me aparten de mi mar…
Me ahoga estar tierra adentro.
El mar me da libertad.
El mar me aporta el oxígeno.
Ya no soporto estar lejos;
no podría vivir sin mi mar.
Dejadme… sentir su brisa.
Dejadme… saborear su sal.