sábado, 20 de septiembre de 2025

Ha llegado la vuelta al cole

 


Pasó las vacaciones de verano y ha llegado la vuelta al cole y el 'agosto' de los psicólogos: la demanda crece hasta un 30% en este mes. Después del verano, estos profesionales sanitarios observan el mayor crecimiento de solicitudes de consulta, junto con enero.

Llega septiembre y, con ello, la vuelta a la rutina: los más pequeños regresan a las aulas y muchos adultos a sus puestos de trabajo, tras días de descanso y desconexión. El retorno no siempre es fácil y prueba de ello está en las consultas de psicología: estos profesionales se enfrentan a uno de los meses donde hay más demanda. Así lo reflejan las cifras que muestran que estos profesionales pueden recibir hasta un 30% más de consultas. Es algo que la psicóloga Ana Asensio vive de primera mano tras el final de cada época estival con los pacientes adultos. "Septiembre es uno de los meses con mayor incremento de demanda psicológica, se observa un repunte que puede situarse entre un 15 y un 30% más de solicitudes respecto a otros meses, datos que corroboran los diferentes colegios oficiales de psicología". En resumidas cuentas, se debe a que se concentran varios factores de riesgo y se trata de un "mes termómetro" que revela la capacidad de adaptación emocional en niños y en adultos.

Las razones tras estas cifras en los adultos son tres. En primer lugar, está el contraste emocional, pues, tal y como afirma, el cerebro se adapta rápido a los periodos de descanso, pero percibe la vuelta a la rutina como un estresor. Pasar del ocio y la flexibilidad a las responsabilidades laborales, de horarios y familiares produce "estrés causando un efecto choque". Por otro lado, está la carga mental "sobre todo en mujeres y madres". Durante estas semanas se concentran la logística en la vuelta al colegio, horarios, materiales y organización doméstica. "En muchos casos lo viven solas y con una elevada autoexigencia de tener que llegar con todo listo y perfecto a tiempo. Estudios recientes muestran que esta sobrecarga impacta directamente en los niveles de ansiedad y agotamiento", detalla.

Por último, estaría lo que ha calificado como efecto lupa del verano, que es la convivencia intensiva y que puede evidenciar conflictos de pareja o familiares que se han hecho evidentes durante las vacaciones y que sin ayuda profesional "se acaba haciendo insostenible".

Esta sanitaria comenta que los motivos más comunes de consulta para los adultos se suelen resumir en cuatro, aunque destaca una idea: el estrés, la ansiedad y las crisis de adaptación por la dificultad para afrontar la vuelta a la rutina. Después estaría el conocido como síndrome posvacacional, que, tal y como detalla, pueden experimentar muchas personas y aunque la mayor parte de los casos son leves, si tiene vulnerabilidad, conflictos laborales o cuadros de estrés previos “puede derivar en depresión o ansiedad clínica”. El tercer motivo se centra en los conflictos de pareja y familiares y el último en malestar existencial general. Asensio relata que septiembre actúa "como espejo al suponer un comienzo de ciclo" y suele hacer reflexionar sobre aquello que depara en los siguientes meses. "Muchas personas se preguntan si están viviendo la vida que desean o sienten desconexión con su propósito vital".

Qué diferente eran aquellos años cincuenta, sesenta y setenta que los niños vivimos nuestra infancia compartiendo juegos y aventuras con otros niños. Todo el mundo tenía claro que habían cometidos en la vida que eran de cumplimiento y sabían que el tiempo estaba ordenado por etapas y había que adaptarse en todo momento a lo que tocaba. Los niños disfrutábamos de las vacaciones y llegado el periodo escolar, se iba a clase sin necesidad de que un psicólogo tuviera que mediar. Íbamos a la escuela acompañados de hermanos o compañeros, los padres no tenían ese trajín diario de tener que llevar y recoger a sus hijos, hoy los niños están controlados por sus padres, tanto sus amistades como sus actividades… En el peor de los casos —que son más de los deseables— muchos niños están bajo el control de las madres y aunque añoren a sus padres, no los pueden ver, porque las falsas denuncias, "haberlas haylas", los condenan a vivir huérfanos de padres. 

En la actualidad que la responsabilidad tanto nos puede, en el caso de padecer trastorno de ansiedad e inseguridad, existe el riesgo de que empeore tras las vacaciones, pues este periodo puede ofrecer un "alivio temporal", pero "no resuelve los problemas de base". "Al volver a la rutina, personas con ansiedad, depresión o trastornos adaptativos suelen experimentar un repunte de síntomas, es muy habitual. El cambio de ritmo, la exigencia laboral y la presión social funcionan como desencadenantes. Por ejemplo, alguien con ansiedad puede haber disfrutado del verano, pero en septiembre nota otra vez palpitaciones, insomnio o rumiaciones. En quienes padecen depresión, el contraste entre el ocio y la rutina puede intensificar la sensación de vacío o apatía", explica.

En los niños, la psicóloga confirma que también se observa un "aumento claro": "El inicio de curso es un momento crítico, ya que supone pasar de la flexibilidad veraniega a un entorno de evaluación, horarios rígidos y presión social". Las razones de consultas son variadas: en los más pequeños lo más común es ansiedad escolar y miedo a separarse de sus padres. En las etapas de primaria y secundaria puede aparecer angustia por las exigencias, los nuevos profesores, los exámenes por la adaptación a nuevas clases. En estos casos, la experta recuerda que se pueden observar somatizaciones como dolores de barriga o de cabeza sin causa médica, que son "expresión de la ansiedad". En esta etapa vital también se pueden ver problemas de conducta como irritabilidad, ataques de ira o rabietas que "reflejan la dificultad para adaptarse a las rutinas". También son muy comunes las dificultades de aprendizaje o atención. Es un periodo de estrés del que se contagian todos en la casa y hay que dejar pasar un tiempito, para que el ambiente se sosiegue al asumir con normalidad el ritmo de cada etapa. 



Fotografía: Internet


 

No hay comentarios :

Publicar un comentario