No hables de lo que no viste,
ni condenes lo que tú no has sentido.
Cada uno sabe el dolor que carga,
el peso que lleva,
la dificultad que pasa
y las luchas que enfrenta.
Todos tenemos nuestra propia historia de vida
que no corresponde ser juzgada
por quien no la vivió ni la conoce…
Hay una historia tras todas las cosas:
dónde os hicisteis una foto,
cómo te hiciste una cicatriz…
A veces las historias son simples,
otras veces rompen el corazón,
pero, tras cada historia
está siempre la historia de tu madre,
porque en ella está tu comienzo.
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