Cristianismo.- No hagas a los demás, lo que no quieres que te hagan a ti.
Budismo.- No lastimes a los demás con lo que te causa dolor a ti mismo.
Hinduismo.- El resumen de los deberes: no hagas a los demás aquello que te cause sufrimiento a ti.
Islam.- Nadie será un verdadero creyente hasta que desee para los demás lo que desea para sí mismo.
Zoroastrismo.- No practiques en los demás aquello que es perjudicial para ti mismo.
Jainismo.- Deberíamos tratar a todas las criaturas del mundo, como nos gustaría ser tratados.
Judaísmo.- No le hagas a tu prójimo aquello que te cause malestar a ti.
Taoísmo.- Considera los beneficios de tu prójimo como tus beneficios; y sus pérdidas como tus pérdidas.
Sijismo.- Yo no soy un extraño para nadie y nadie es un extraño para mí. De hecho, soy amigo de todos.
Observando estos pensamientos llegamos a la conclusión, de que todas las religiones están conectados por un mismo mensaje: el amor para con los demás.
Pero tengo que recordar, que los cristianos católicos no practicamos ninguna religión; los católicos seguimos el testimonio vivencial de Jesús, seguimos sus enseñanzas de amor y servicio para con los demás, y tanto amó Jesús que entregó su vida. Jesús, Camino, Verdad y Vida.
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