Para los españoles la casta política se ha convertido en su mayor preocupación… Cansados de abusos, injusticias y mentiras, nada más comenzar el año y para poner las cosas en su sitio y a cada uno en su lugar, ‘La Asociación Democracia Real Ya’ ha presentado en el Tribunal Supremo una querella contra el presidente del gobierno, Mariano Rajoy; la ministra de Empleo, Fátima Báñez; el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz; el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro y de Fomento, Ana Pastor, además de otros 58 diputados, a los que acusa de los delitos de malversación de fondos públicos y apropiación indebida por cobrar del Congreso dietas destinadas al alojamiento a pesar de disponer de vivienda habitual en Madrid.
Esta Asociación, (a la que nos sumamos la gran mayoría de los españoles) denuncia que estos ‘políticos’ cobran una dieta de 1.823 euros pese a tener casa en Madrid. Por eso les acusa de malversación de fondos públicos y de apropiación indebida y les piden, que devuelvan el dinero que han cobrado y que no les correspondía. Esta decisión la han tomado apoyándose en el artículo 433 del Código Penal, en el que establece que «la autoridad o funcionario público que destinare a usos ajenos a la función pública los caudales o efectos puestos a su cargo por razón de sus funciones, incurrirá en la pena de multa de seis a doce meses y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de seis meses a tres años».
Por algo había que empezar y no se ha hecho más que empezar. Esperemos que la Justicia aplique la Ley para que triunfe la justicia, porque estos ‘políticos oportunistas o vividores’ ven en la política la mejor oportunidad de enriquecerse a cualquier costa y sus malas artes quedan impunes…
A vuelta con los Diputados… Por lo visto nada cambia en este mundo. Fray Junípero Serra, franciscano español, se supone que escribió hace 250 años este poema que retrataba —y retrata— al parlamentario español. Sres. Diputados... ¡allá va!
DÉJAME DORMIR, MAMÁ
Hijo mío, por favor,
de tu blando lecho salta.
Déjame dormir, mamá,
que no hace ninguna falta…
Hijo mío, por favor,
levántate y desayuna.
Déjame dormir mamá,
que no hace falta ninguna.
Hijo mío, por favor,
que traigo el café con leche.
Mamá, deja que en las sábanas
un rato más aproveche…
Hijo mío, por favor,
que España entera se afana.
¡Que no! ¡Que no me levanto
porque no me da la gana!
Hijo mío, por favor,
que el sol está ya en lo alto.
Déjame dormir, mamá,
no pasa nada si falto.
Hijo mío, por favor,
que es la hora del almuerzo.
Déjame, que levantarme
me supone mucho esfuerzo.
Hijo mío, por favor,
van a llamarte haragán.
Déjame, mamá, que nunca
me ha importado el que dirán.
Hijo mío, por favor,
¿y si tu jefe se enfada?
Que no, mamá, déjame,
que no me va a pasar nada.
Hijo mío, por favor,
que ya has dormido en exceso…
Déjame, mamá, que soy
diputado del Congreso
y si falto a las sesiones
ni se advierte ni se nota.
Solamente necesito
acudir cuando se vota,
que los diputados somos
ovejitas de un rebaño
para votar lo que digan
y dormir en el escaño.
En serio, mamita mía,
yo no sé por qué te inquietas
si por ser culiparlante
cobro mi sueldo y mis dietas.
Lo único que preciso,
de verdad, mamá, no insistas,
es conseguir otra vez
que me pongan en las listas.
Hacer la pelota al líder,
ser sumiso, ser amable y
aplaudirle, por supuesto,
cuando en la tribuna hable.
Y es que ser parlamentario
fatiga mucho y amuerma.
Por eso estoy tan molido.
¿Déjame, mamá, que duerma!
Bueno, te dejo, hijo mío.
Perdóname, lo lamento.
¡Yo no sabía el estrés
que produce el Parlamento!
Y pensar que estos versos se escribieron por el año 1750… Es increíble poder valorar su vigencia, pero en la actualidad, la sociedad está muy indignada con los abusos de poder de los políticos, que crean y modifican Leyes para beneficio propio y se ‘aforan’ para proteger sus ‘hazañas’, les ponen fecha de caducidad para librarse y como prescriben ya la Ley pierde legitimidad, y pasan como legales, porque esta ‘panda’ de oportunistas cargan contra el pueblo toda su desfachatez, aprobando para ellos solitos abusivas prebendas que son inconstitucionales, porque la Constitución ampara a todos por igual, no a unos por encima de los otros ‘por narices’.
Con la querella recién presentada, y las que quedan, será la Justicia quien tendrá que determinar qué poder tienen los políticos para actuar fuera de la Ley, aprobando para sí sueldos, prebendas y duplicidad de dietas a su antojo y encima parece que se ríen de la gracia, mejor dicho, de la desgracia de los que creen que viven en un régimen democrático y solidario que van a votar por ellos pensando que van a defender la justicia y la igualdad… ¡Ja! Estos defienden sólo sus intereses, que como sabemos, nada tiene que ver con un proyecto común con el resto de los mortales.
Decimos ¡Basta, ya! Pedimos ‘Democracia Real’ porque la democracia que conocemos en España es la ‘ley de los pillos’ y ‘ande yo caliente ríase la gente’. Es elocuente que entre los políticos no se manifiesta la honestidad, porque siendo sabedores de sus privilegios no hacen nada por corregir esa ofensa social que les distingue y diferencia de ‘los iguales’. Estos Diputados, muchos corruptos, para lo único que se ponen de acuerdo es para ‘trincar’…
Fotografía: Daniel Lobo, cc.
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