La sociedad de hoy en día vive aparentemente inmunizada de todo lo que se refiere a la ética y moral: nada les alarma, “todo vale”, gracias a los desvaríos e impunidad de ciertos partidos políticos, que no a la libertad de un régimen democrático. Sin embargo es muy alarmista en cuanto a lo que se refiere a la salud y el bolsillo. Están tan sensibilizados que todo se canaliza dentro de claves catastrofistas para crear alarma social. Sobresaltar el ánimo y sentirse posibles víctimas, subleva los temores y se salta en defensa de la integridad personal.
Algunas veces las más peregrinas situaciones crean cierto riesgo de peligro. Miedos infundados aunque no sea para tanto, pero el poder de contagio alucinógeno, emocional y psicológico es muy poderoso. Los “mete miedos” siempre pretenden crear la atmósfera adecuada para lograr sus objetivos y ahí están los políticos y los medios de comunicación, esas son las fuentes de creación de alarma social.