martes, 30 de noviembre de 2010

Pienso, luego existo

Una mujer reflexiona sentada en un banco frente a un río.


Pienso porque existo y si pienso que existo es porque creo. ¿Qué es creer? Dijo San Agustín: «Creo para comprender, y comprendo para creer mejor», y Alejandro Dumas decía: «Creemos, sobretodo porque es más fácil creer que dudar, y además porque la fe es la hermana de la esperanza y de la caridad».

Hay quien cree que lo mejor del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla. Creer es cuestión de fe y la fe nos hace mejores. Nadie nos obliga a creer como tampoco a no creer, pero creo que los que no creen en nada tienen miedo de todo.

sábado, 20 de noviembre de 2010

¿Qué está fallando?

Un jarrón de flores marchitas.

Hoy en día, todo vale. Hablamos de modernidad y de progreso para justificar lo injustificable. Hablamos de tolerancia y de integración y vamos aceptando imposiciones de fuera y estamos perdiendo nuestra identidad, nuestra cultura y nuestras tradiciones y, lo peor de todo, nuestros valores.

Se habla de alianza de civilizaciones y de mundo globalizado para dar por bueno lo que no es bueno. Está bien y es bueno que los pueblos nos conozcamos y que respetemos sus usos y costumbres, eso sí, practicadas en sus lugares de origen.

Los países civilizados y democráticos deben estar vigilantes para que no se cometa en ningún lugar del mundo ninguna barbaridad que viole los derechos humanos. Se debe intervenir para ayudar a liberar a los pueblos oprimidos de locos tiranos que van sembrando el terror y el horror y que arrastran a la población a la miseria y el hambre. Esos gestos de humanidad se dan con poca frecuencia en el seno de organismos mundiales. Si vislumbran algún tesoro: oro, petróleo, diamantes, puede que hagan algo, la gente importa bien poco.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Cosas de la vida

Un amanecer sobre una granja.


Desde el corazón. Desde el sentimiento más hermoso. Desde el pensamiento más sincero, quiero agradecer aquello que no pedí y tengo: la amistad y la palabra de aliento… Me siento afortunada porque me aprecian y aprecio. Siento la vitalidad del universo, la fuerza y la armonía de los cuatro elementos que se manifiestan exultantes en las cuatro estaciones y me traen mensajes ocultos en la luz del cielo, en los colores del paisaje, en la música del atardecer, en el llanto de la niebla, en el crujir de las hojas, en los aromas del aire, en el silbido del viento… Mi espíritu se sosiega y se entrega al misterio.

La vida es como un viaje en tren… Un camino para aprender, convivir y amar. Un camino de rosas y espinas donde se nos presentan dificultades y oportunidades y todo nos ayuda a crecer. Son realmente situaciones que nos ponen a prueba y nos estimulan o nos abruman. Las vivencias van regadas de dudas y aciertos y con todo vamos forjando la experiencia y la sabiduría de la realidad que nos rodea.

lunes, 8 de noviembre de 2010

La Macaronesia


El Hierro, la misteriosa.
Fuerteventura, la luz.
Lanzarote, la de fuego.
Canarias la Europa del sur.

Gomera, la escarpada.
La Palma, el manantial.
Gran Canaria, sosegada.
Tenerife, natural.

Bellos paisajes verdes,
contrastan con lava y volcán.
En el Atlante se mecen
al son de un dulce cantar.

El archipiélago Chinijo,
se deja besar por el mar
y la gente pone alegría
a la Graciosa colosal.

Canarias con Cabo Verde,
Madeira y también Azores:
forman la Macaronesia…
Un triángulo de amores.