Hoy me propongo, de nuevo, hacerles llegar otra historia de mujer. Quiero que conozcan la magnífica labor de otra de las magníficas mujeres que se afanan porque sus gentes disfruten de un mundo mejor, luchando por el bienestar, la justicia, la igualdad y la solidaridad, en un lugar donde las mujeres son ninguneadas, maltratadas y ultrajadas. Me llena de alegría saber de estos ángeles, mujeres valientes que se enfrenta al miedo para hacer frente a la injusticia de leyes religiosas que marginan y matan.
Si en cada rincón del mundo hubiera una sola persona que trabaje y luche por la igualdad, la justicia y la solidaridad, no existiría tanto dolor y sufrimiento. Por eso me regocija saber de personas que se afanan y trabajan para que su gente tengan una vida menos dura… Gracias a Dios, estos ángeles guardianes en forma de mujer se encuentran en los rincones que más se necesitan… Me imagino lo que supone encontrarse en esos lugares donde las leyes y la cultura opresora contra la mujer las obligan a vivir con miedo y con la amenaza de la muerte.