Piara se denomina a la manada de cerdos o a la manada de cualquier otro tipo de animal, o alimaña. De la piara de cerdos todo es de provecho y beneficio. ¿Y la piara política? Son ellos los que se aprovechan y benefician, y han sido tantos los beneficios que se han otorgado que han llevado al País a una situación catastrófica.
Decía Cervantes: «Contra el callar no hay castigo ni respuestas». ¡Pero no nos podemos callar! La corrupción política traspasa todos los límites imaginables. Las tropelías salen a la luz una tras otra y la indignación se está adueñando del pueblo soberano y no es para menos. Frente a los saqueos y trapicheos rocambolescos, no puedes quedar impasible.
España es diferente, porque la ruinosa marcha del derroche se ha establecido como forma habitual de gestión política, y de esos derroches nadie da explicación alguna. No dejan de sorprendernos estos personajes tramposos que abundan en todos los estamentos y estatus sociales: ¿Políticos? ¡Ladrones! Se lo llevan a manos llenas y utilizan la argucia de marañas empresariales para ocultar su identidad, y por si robar fuera poco, encima lo sacan del país. Lo que indigna es que ellos siempre se declaran inocentes aunque se estén mostrando las pruebas que lo evidencian y a veces son tan cínicos que hasta amenazan y llegan a presionar a los investigadores. Son prepotentes, altaneros, pero astutos porque teniendo conciencia de lo sucio de sus acciones, cambian leyes o se acogen a leyes para que les amparen. En esto del hampa los delincuentes no son todos de la misma categoría: mientras ladrones de alto nivel campan libres, las cárceles están llenas de ladronzuelos que comparando, se ven libres de culpa…
No, la sociedad actual no puede callar tanto abuso de políticos caciques que gobiernan con nepotismo y usura desmedida. Mientras que ellos viven bien, más que bien, roban al pueblo y lo despoja del Estado de Bienestar y llevan al País a la pobreza más miserable de los tiempos de la peste hambruna.
Ellos están en otro mundo, el mundo del corporativismo indecente. Se tapan las vergüenzas unos a otros, defienden lo indefendible y frente a actuaciones de este tipo sientes indignación e impotencia. Sólo nos queda gritar mientras no nos tapen la boca. Cada día nos queda más claro qué mueve y motiva al que se mete en política: ¿Es la lucha por la Justicia y la igualdad? ¡No! ¿Es por conseguir que el Estado de Bienestar sea una realidad? ¡No! Es evidente que no es por vocación de ‘servicio público’, es vocación de ‘servicio particular’ y bien particular, tanto… que dejan las arcas vacías.
Nuestros padres que llegaron a pasar hambre y lucharon para que las situación cambiara, se sentían felices al ver que sus hijos no lo pasarían tan mal como ellos, pero ‘el gozo en un pozo’. Sus nietos lo van a tener muy crudo gracias a la abundante fauna política. Sí, los hay de todas clases y colores y proliferan como hongos. Puede que no sean todos los que están, pero en la política hay mucha corrupción porque hay líderes corruptos, pragmáticos, egoístas, tiranos, déspotas, en definitiva, parásitos que han descubierto la forma más rápida y segura de enriquecerse, conscientes de su impunidad y sabedores de que todos los Poderes los tienen a sus pies… ¡Se han cargado la democracia!
Ya dijo Pio Baroja en 1904: «La verdad es que en España hay siete clases de españoles…sí, como los siete pecados capitales: Los que no saben. Los que no quieren saber. Los que odian el saber. Los que sufren por no saber. Los que aparentan que saben. Los que triunfan sin saber y, los que viven gracias a que los demás no saben. Estos últimos se llaman a sí mismos políticos y a veces hasta intelectuales».
Bueno, una cosa es que se hagan llamar y otra que lo sean. Se les llaman políticos porque se han metido en política, pero si la finalidad es el beneficio propio ‘el fin sí justifica los medios’. Esos no son políticos ni tampoco intelectuales, son ladrones…
Es escandaloso lo que pasa con la corrupción política y no dejamos de preguntarnos, ¿hasta cuándo? Sabemos que la Justicia está politizada y los políticos no van a perseguir sus tropelías. Mientras que los Poderes del Estado no sean independientes, ¡qué podemos esperar! La Justicia tiene que actuar, porque lo verdaderamente grave no es lo que está fuera de la ley, sino dentro, y el gobierno no ve que la corrupción se desborda y hay que acabar con esta permisividad sin demagogia y sin que tiemble la mano… El Gobierno tiene que tomar decisiones, caiga quien caiga. Caerán los mangantes, y la Justicia, obligatoriamente, tiene que aplicar la Ley y si no es así, hay que cambiar la Ley para acabar con los ladrones del dinero público. Esas malas prácticas tienen que tener consecuencias y deben pagarse con condenas ejemplarizantes para que nadie se vea tentado a meterse a político para delinquir, confundiendo el término de ‘servicio público’ por ‘lo público a mi servicio’.
Nos tiramos las manos a la cabeza al saber la lista de políticos corruptos que torpedean las Leyes ‘comprando justicia’ y siguen ocupando puestos ‘dignos’ que les quedan grandes para su categoría. Mientras, el Ejecutivo pendiente de echar balones fuera sin preocuparse de acabar con esta sangría vergonzosa que padece España, para que los ladrones no sean cultivados, tras las urnas, y los despachos del pueblo se conviertan en ‘cuevas de ladrones’ alimentados por los poderes públicos.
¿Por qué no se pone coto a estas tropelías? Hay que hacer cambios aunque a veces nos parece que los cambios son para ir contra el pueblo y su libertad, y si no, veamos la reforma del código penal que al parecer prepara el gobierno, como…
- Que un antidisturbios te pegue una paliza de muerte no es delito. Que alguien lo grave y lo difunda, sí que lo es.
- Que un banco te desahucie no es delito. Ocupar una sucursal bancaria para protestar por haberte desahuciado: hasta seis meses de cárcel.
- Cargarse la educación y la sanidad pública no es delito. Interrumpir el transporte público: hasta dos años de cárcel.
- Que la policía emplee la violencia no es delito. Resistirse a la autoridad: hasta cuatro años de cárcel.
- Que los políticos agredan con sus reformas a millones de personas no es delito. Que una persona agreda a un político: hasta seis años de cárcel —tampoco hay que agredir a nadie—.
- Incumplir el programa electoral y mentir no es delito. Convocar manifestaciones para protestar por ello: asta un año de cárcel. Y ¿por enriquecerte con el dinero público, cuántos años…? Ninguno. Sale gratis.
Pienso que la ley debe aplicarse y en igualdad de condiciones y no según quién seas porque se puede banalizar el tipo penal y la sociedad se siente insegura e indefensa frente a ciertos privilegios penales. Lo que está ocurriendo en España es de ‘juzgado de guardia’ y lo más increíble son las forma y maneras de disimular tales tropelías. Los partidos están a las greñas: se rasgan las vestiduras por defender a sus propios ‘chorizos’ y siguen ocultando sus propias miserias. Estos populistas demagogos van exigiendo a los demás lo que ellos no se aplican, limpia tu casita y después ayuda a tu vecino…
Se permite lo que interesa. Nos llevan a un empobrecimiento moral y cultural… No sé por qué interesa y se permite que cada cual cambie la historia a su antojo. ¿Por qué cuando se abandera alguien de sus propios exabruptos, manipula y tergiversa la historia real de ciertos acontecimientos nadie sale en defensa de la verdad? Vemos como la ciencia y la cultura está denostada por quienes tienen la obligación de protegerla, conservarla y divulgarla, y la Moral ridiculizada por farsantes vendedores de humo. Hay tal cinismo que nos estafan y alardean sin sonrojarse, y a sus fieles les dicen que son los otros los que engañan. No puede ser democracia lo que permite que estén libres, gente con las manos manchadas con el dinero del pueblo, pueblo que ha sido despojado de todos su derechos, hasta del derecho de reclamar sus derechos, porque los tentáculos de las escoria corrupta alcanza todos los Poderes, la inmundicia pone vendas en los ojos y dicen que lo que tú ves no es real, que te lo hacen ver… Ellos ceñidos de corbatas rodeados de guardaespaldas, y tú con la mano extendida esperando una limosna…
Por sus obras los conocerán… La piara política se está dando a conocer y España convertida en una porqueriza maloliente.
Fotografía: Andreas Klinke Johannsen, cc.
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