martes, 11 de septiembre de 2012

La Virgen María: apariciones marianas

Silueta de una imagen de la Virgen María.

Llena de gracia: amada y favorecida.

«Yo soy la servidora del Señor». María expresa su fe y su entrega.

Dios, no necesitaba una servidora para fabricar un cuerpo humano, sino que buscaba una madre para su Hijo y, para que María lo fuera de verdad, era necesario que Dios la hubiera mirado con amor antes que a cualquier criatura. Por eso le dijo: «Llena de gracia».

María es realmente llena de gracia, porque Jesús nació de ella tal como nace del Padre. No es hijo de ella solamente por la carne, sino hijo de su alma y de su fe, por ser ella la servidora del Señor, la que creyó y en la que Dios hizo cosas grandes. Por eso la Iglesia entiende que María ocupa un lugar único en la obra de nuestra salvación. Ella es la maravilla única que Dios quiso realizar en los comienzos de una humanidad reformada a su semejanza.

Al lado del Hijo de Dios hecho hombre, María es la criatura que Dios elevó y acercó a sí mismo para, a través de ella, comunicar al mundo mortal la gracia de la inmortalidad.

Al lado de Cristo, nuevo Adán, ella es la verdadera Madre de los vivientes, la Mujer de la nueva creación que se contrapone a Eva pecadora. En María tenemos un espejo en que mirarnos, un ejemplo a seguir. En silencio observaba y se empapaba de todo lo que decía y hacía Jesús, su hijo: guardaba en su corazón de madre y de creyente las palabras, los consejos y los mensajes.

Sobre la virgen María he escrito varios artículos, pero me gustaría que leyeran lo que escribí hace unos años sobre la virgen del Pino y de la Candelaria en el artículo titulado La Virgen de Canarias, en el que también hay un poema.

Las apariciones de la Virgen se suceden por todo el mundo, donde hay católicos siempre está presente la Virgen María en la advocación del lugar, y a la Virgen del lugar la hacemos nuestra y la preferimos, pero es la misma para todos, la única Madre Virgen María. María tiene un papel fundamental en el proyecto de Dios, ella es la primera sorprendida, pero acepta la voluntad de Dios y se dispone a realizar la tarea evangelizadora.

Cuentan que en Gran Canaria se apareció la Virgen en Aterura (Teror), un 8 de septiembre de 1481 de manera sobrenatural: la imagen de la Virgen María se dejo ver en lo alto de un pino robusto y ejemplar autóctono, situado en un frondoso bosque que se extendía por todo el centro y norte de la isla. La Virgen resplandeciente y llena de luz se mostró a los ojos de unos pastores y de Fray Juan de Frías, por entonces obispo. Del majestuoso tronco del Pino de las Maravillas (arrancado en 1684 por un fuerte vendaval), se conserva una cruz de madera, ‘La Cruz Verde’, que en la actualidad se encuentra en el Camarín de Nuestra Señora la Virgen de Teror y del Pino, lugar de peregrinación para los canarios.

Pugnan sin sentido aquellos que se obstinan por el patronazgo de ‘su Virgen’ en un territorio plagado de advocaciones. En Canarias cada Isla venera a la Virgen María en una advocación diferente, bien porque se apareció como se cuenta que sucedió en Gran Canaria, bien porque encontraron una imagen como pasó en Tenerife y Fuerteventura o regalo en El Hierro. En cada Isla, con su peculiar asentamiento de la Virgen, le brindamos con especial devoción nuestro amor y nos ponemos bajo su protección.

La Virgen de la Candelaria es una de las advocaciones marianas más antigua de la Virgen María. Sucedió en Tenerife en 1392: dos aborígenes guanches pastoreaban su rebaño y al llegar a la boca de un barranco notaron que el rebaño no avanzaba. Uno de los pastores se acercó para ver qué pasaba y vio en lo alto de una gran piedra una imagen de madera de una mujer. La talla de la imagen es negra y, aunque esa advocación está muy extendida por Sudamérica, no han copiado el negro de su piel.

Las llamadas ‘apariciones’ o manifestaciones de la Virgen María son fenómenos que aparentemente suceden a lo largo de la historia de la Iglesia. La Iglesia católica ha reconocido muy pocas y, aún éstas, son consideradas ‘revelaciones privadas’, dejando a los fieles en libertad de creer en ellas o no.
Con respecto a las apariciones de la Virgen, desafortunadamente, algunas de las supuestas apariciones de acuerdo con los criterios de discernimiento de la Iglesia son falsas y fraudulentas. Esto puede ocurrir por muchas razones: búsqueda de atención, fama o dinero…

De las apariciones de la Virgen nos son muy familiares la de Lourdes y la de Fátima. Hace pocos años que falleció a edad avanzada la única testigo de Fátima: la pastorcita Lucía. Sor Lucía fue feliz y vivió con el gozo de haber visto a la Virgen María. Por su riqueza interior ingresó en un convento y en la vida contemplativa encontró la plenitud de la sencillez de su alma.
Nada que ver con la última vidente de España, Amparo Cuevas (fallecida recientemente), una mujer que desconcierta porque todo lo hermoso que supone ser elegida para transmitir mensajes de salvación, se ensucia con un entramado ‘negocio’ donde se mueve grandes sumas de dinero y su gran patrimonio: chalets, casas, fincas… que se reparten por toda España. Cuenta con una cantidad de gente que se cuidan de que no se vea la realidad que ocultan, pero lo que quieren aparentar se cae por su propio peso.

En un reportaje reciente quedó en evidencia que la caridad aparente no es tal, allí te sacan hasta los ojos. Mientras ellos se organizan administrativamente en Fundaciones, a la par se ha creado una Asociación de afectados para denunciar ‘los robos’ por las formas y modos de quedarse las propiedades y los dineros de los adeptos, aquellos que quieren pertenecer a dicha Fundación. Como portavoz tienen a un negrito con cara inocente, pero bien que da instrucciones para que no digan la verdad. En ese lugar no existe la caridad, no aceptan pobres, tienes que tener dinero y casas para ‘donarlo’ (digamos que te dejan pobre).

Amparo Cuevas es una mujer humilde que psicológicamente puede tener varios puntos de observación, por un lado ciertas fantasías visionarias y por otro el afán de riquezas, pero la conclusión que se puede sacar escuchando y viendo el reportaje de investigación, es que esto es obra de un avispado que se aprovechó de la peculiar sensibilidad de una mujer que fue alentada y sugestionada, y ha creído poseer ciertos poderes.

Amparo servía en una casa y en esos señores podría estar la clave de toda esta historia ya que, hoy en día, todos tienen puestos de responsabilidad en esa organización.
Llama la atención una foto hecha por esos señores, en blanco y negro, donde Amparo yace en la cama con unas supuestas llagas en la frente, rodillas y lágrimas de sangre. Dichas marcas levantan sospecha porque si está acostada no pueden bajar por las mejillas. No deja de sorprender la repercusión que tiene ese ‘fenómeno’, la puesta en escena ha sido creíble para las personas necesitadas de nuevas sensaciones. Para los creyentes, los dogmas de fe no dejan lugar a dudas, pero cuando te falta la seguridad puedes ser presa fácil de ciertas manipulaciones.

Se cuestiona el lucrativo milagro de la multimillonaria: ¿vidente o impostora? No sé ni cómo calificar esa falta de respeto hacía lo divino y sagrado. La Virgen no se aparece a capricho de nadie, ni va poniendo condiciones: «Si hacen una ermita en mi honor… el agua de la fuente curará». Dicen que Amparo recibió ciento y tantos mensajes (nadie ha recibido tantos). Ella empezaba a rezar el santo rosario y al rato se levantaba ensimismada, se ponía de rodillas y con la voz ronca y tenebrosa transmitía lo que, supuestamente, decía la Virgen; y si Amparo decía que el sol bailaba, la gente lo veía bailando, y si baila en el ‘prado de Amparo’ bailaba para el mundo entero, porque sólo hay un sol y el sol no se puede ver porque no se deja mirar, su luz te ciega.

Yo no pongo en duda de que la Virgen María se aparezca por el mundo a las personas buenas y, como misionera, indicar a sus hijos el camino de salvación. Soy creyente y María tiene para mí el valor inconmensurable en el plan del amor de Dios. Madre amorosa y protectora a la que me aferro para que sea mi luz, mi amparo y guía. 
Quiero ser respetuosa, pero me duele que nos intenten engañar y más me duele que utilicen a la Virgen María para llevar a cabo todo un entramado para enriquecerse. Y lo peor es que se valen de argucias caritativas para obligar a que les dejen todos los bienes… nada que ver con el ejemplo de Jesús.

A los primeros discípulos, Jesús les dijo que él no tenía ni dónde reposar su cabeza y a los que llamaba les pedía: «Déjalo todo y sígueme». Jesús con sus enseñanzas nos dejó claro que los bienes nos atan y las posesiones son un impedimento para sentirnos libres. Lo material es una carga y decía a sus discípulos: «Id por los pueblos enseñando y ayudando, no carguen ni alforjas ni sandalias» y «Lo que reciben gratis dadlo gratis».

Cuando el dinero se apodera de los corazones se pisotean todos los valores. Siento muchísimo que haya gente con malicia que puedan estafar aprovechándose de la buena fe de las personas, apoderándose de su voluntad para, supuestamente, robarles sus bienes espirituales y materiales como seguro de salvación…

El misterio no está en torno a las apariciones de la Virgen, el misterio está en torno a Amparo Cuevas. Decir que el año pasado un hijo de Amparo se casó con una grancanaria: esta sí tiene el futuro asegurado.

¡Oh, María sin pecado concebida; rogad por nosotros que recurrimos a Vos!

Fotografía: Shena Pamela, cc.

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