Los asaltantes

Nos están asaltando con nuevas ideas y los asaltos de políticos y sindicalistas en los mercados es lo último para poner las cosas en su sitio y dar solución a la tragedia del hambre. Paradójicamente, los asaltantes quieren poner remedio al mal que ellos mismos ocasionan, pero se equivocan en el modo y las formas.

Con el drama que hay en España, es que es para reírse. Resulta que van ‘gente de izquierdas’ (son los más solidarios y generosos) a un supermercado, llenan los carros de la compra y se van sin pagar, y como eso es un delito son detenidos. Pero el diputado andaluz y alcalde (aforado) de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, considera esa orden de detención un ‘despropósito’ ya que “se detiene a la paloma mensajera” y se lamenta de que “haya llegado el franquismo y el terrorismo estatal con el PP” llamando al ministro “franquista de tomo y lomo”. Al parecer sabe de choriceo, ya que “él solo ha hecho una acción pacífica, donde se cogieron alimentos cuya cuantía económica ha sido ridícula y no llega ni a hurto”. Va de ‘hermanita de la caridad’ y dice estar orgulloso de entrar en la cárcel por robar comida para entregar en los bancos de alimentos, y avisa de que habrá más acciones en supermercados.

Hay que ser… Este señor va de ‘progre’ con vaqueros y un pañuelo árabe al cuello, con esas pintas juró su cargo en el parlamento andaluz. La vestimenta nos puede parecer impresentable, pero sus acciones no son menos. Dice “que no entiende el por qué no se detiene a Botín y a otros banqueros que roban miles de millones, o muchos gerifaltes de los partidos que han robado a manos llenas” y, mire usted por donde, se le va la fuerza y queda en evidencia, porque usted para hablar tanto no da ejemplo de nada y se lo está llevando en abundancia: el sueldo que se asignó es de escándalo, nada que envidiar a Botín…

Este hombre, para tener un minuto de gloria, se ha valido de la tragedia del hambre porque si verdaderamente quisieran ayudar, tanto él como los sindicalistas donan la extra y los comedores sociales están cubiertos por años… Bien que trincan todos del bote y en Andalucía es donde más dinero reciben los sindicatos, y Gordillo, como alcalde y diputado más las prebendas, tiene el nivel de riqueza que ‘los despreciados capitalistas’. No se puede hacer demagogia con el sufrimiento de nadie. Es indignante que Llamazares, que cobra unos seis mil euros al mes, venga a dar lecciones y toda esa gente de izquierda que su opulencia escandaliza, sale en defensa de 400 euros para que coman miles de familias en paro: para ellos el pan y para el pobre migajas. Alcen la voz para que la ayuda sea de mayor cuantía. Yo le preguntaría a Llamazares, Rubalcaba y a Gordillo si ellos y su familia pueden comer durante un mes con 400 euros…

Los funcionarios están hablando y los políticos están temblando y el pueblo quiere saber. Cuentan sobre el famoso alcalde de Marinaleda… Sí, sí, el comunista del pañuelo árabe al cuello, el que termina los discursos con un “¡viva Andalucía libre!” Dicen que añora Cuba y la URSS, y hasta Chávez (el de Venezuela) le invita a visitarle… Se dice, se comenta qué…

Marinaleda (Sevilla) 2.778 habitantes. Lo que cobra el alcalde, Juan Manuel Sánchez Gordillo (el que va a robar pa’ los pobres):
El alcalde: 70.367 € al año.
El 1er. Tte. de alcalde: 52.739 € al año.
El 2º Tte. de alcalde: 47.000 € al año.
La secretaria del alcalde: 36.259 € al año (prima del alcalde).
El responsable de prensa: 38.388 € al año (cuñado del alcalde).
El jefe de la policía municipal: 68.000 € al año.
El consejero jurídico del alcalde: 50.024 € al año (un ruso que no habla español).

Demagogia e hipocresía. Estamos rodeados de fantoches, esos que se ponen ricos con el dinero de los pobres. Ahora que, yo dudo que con tan pocos habitantes la recaudación dé para pagar esos sueldazos. ¡Qué ejemplo de izquierdas! Pero Gordillo, siendo así, ¿qué necesidad tiene de ir a robar, si con lo que ‘te pagas’ en el ayuntamiento puedes llenar muchos carros de compra? Si gritas “¡viva Andalucía libre!”, nosotros gritamos “¡libre España pero de chorizos, corruptos y vividores de cierta clase…!”

Hay que ser legales, aunque si nos damos cuenta siempre ha sido así… Desde que la sociedad está organizada tanto en los regímenes dictatoriales como democráticos, los que mandan oprimen y se lo llevan todo (pez grande come a chico), el orden en la escala siempre es el mismo:

El pobre trabaja.
El rico explota.
El soldado defiende a los dos.
El vago descansa por los tres.
El borracho bebe por los cuatro.
El abogado engaña a los cinco.
El médico mata a los seis.
El sepulturero entierra a los siete.
El contribuyente paga por los nueve.
El político vive de los diez.

Nunca las acciones de los que se meten a la ‘carrera política’ —que no políticos de carrera— habían desatado tanta indignación. Vemos en la toma de decisiones muchas injusticias, y la justicia ausente. Las noticias son tan descorazonadoras que necesitamos un cambio de registro para desconectar y tratar de relajarnos, y para arrancarles una sonrisa les cuento la historia del perro de un político (estos están en todas partes)…

Reunidos cinco profesionales con sus perros en una comida, quisieron mostrar sus habilidades:

El ingeniero ordenó a su perro: 

—¡Escalímetro, muestra tus habilidades! 

Escalímetro agarró un martillo, unas tablas y se armó el solo una perrera. Todos admitieron que era increíble.

El economista dijo que su perro podía hacer algo mejor: 

—¡Cash Flow, muestra tus habilidades!

Cash Flow fue a la cocina trajo 25 galletas y las dividió en 5 pilas de 5 galletitas cada una. Todos admitieron que era genial.

El químico dijo que su perro podía hacer algo aún mejor. 

—¡Óxido, muestra tus habilidades!

Óxido caminó hasta la nevera, tomó un litro de leche, peló un plátano, usó la licuadora y se hizo un batido. Todos aceptaron que era impresionante.

El informático sabía que podía ganarles a todos. 

—¡Megabyte, hazlo!

Megabyte atravesó el cuarto, encendió el ordenador, controló si tenía virus, mejoró el sistema operativo, mandó un e-mail e instaló un juego excelente. Todos sabían que esto era muy difícil de superar.

Miraron de reojo al político y le dijeron: 

—Y tu perro, ¿qué puede hacer…?

El político llamó a su perro y dijo: 

—¡Diputado, muestra tus habilidades!

Diputado se levantó de un salto, se comió las galletas, se tomó el batido, se cagó en la alfombra, borró todos los archivos del ordenador, dio por culo a los otros cuatro perros, ocupó la perrera con un título de propiedad falso y alegó inmunidad parlamentaria…

¡Insuperable! Eso lo vemos todos los días…

Fotografía: Dwight Stone, cc.