Al decir verdad, se pensaba, aunque nadie lo decía, que los políticos no siempre actúan con decencia y rigor, pero gracias a que todo se llega a saber, un día sí y el otro también van saliendo a la luz lo que se cocina en política. Pero una cosa es sospecharlo y otra bien distinta es que tu sospecha se quede corta, porque es tanto el despilfarro y el derroche de los dineros públicos que raya en el delito. Increíble pero cierto.
«Al poder le ocurre lo que al nogal, no deja crecer nada bajo su sombra». Muchos políticos no hacen política, comenten delitos. Ser político es un chollo y muy tentador; siempre se ha dicho que el poder corrompe… Cuando tienes el poder en tus manos eres tu propio jefe y tienes a tu disposición grandes cantidades de dinero, puedes mangonear todo a tu antojo y hasta te asignas —sin que nadie te contradiga— un salario de escándalo que más bien parece un atraco. Eso, porque te da la gana y porque mandas…
Las consecuencias de los gobiernos descontrolados las sufre la sociedad, porque los abusos de los cargos públicos suponen una carga pública y esas cargas van a parar sobre los ciudadanos, y por culpa de la impunidad de esas malas gestiones nos sentimos rehenes del sistema. Ver para creer.
Sin ir más lejos, Grecia está en boca de todos por la precaria situación económica en la que se encuentra. ¿Por qué ha llegado a esa situación de bancarrota? Por si no han tenido la oportunidad de conocer cómo se las gastaban en Grecia, enumero el entramado del «modus operandi»; las consecuencias ya las conocemos. Este ejemplo nos puede ayudar a comprender la desesperación de los pobres… Como muestra, un botón:
Para entender la actual situación de crisis económica de Grecia, expertos encargados por la Unión Europea hicieron un estudio y constataron que…
- Falsearon su contabilidad para entrar en el euro y luego siguieron falseando su realidad, hasta que la cosa estalló.
- Había jubilaciones masivas a los 50 años.
- Había 50 conductores de promedio, por cada coche oficial.
- Había 45 jardineros para una maceta con 4 matas en un hospital.
- Tiene la población ficticia de personas de 110 años, más alta del mundo, no se dan de baja a los muertos y se cobra su pensión. También se ha detectado que hay familias que cobran 4 y 5 pensiones que no les corresponden. Hay pensiones que se siguen cobrando de personas que murieron en 1953.
- Unas 40.000 señoritas reciben una pensión, vitalicia, de 1000 euros por el mero hecho de ser hijas solteras de funcionarios fallecidos, que le cuesta a las arcas del Estado 550 millones.
- En Grecia son numerosos los trabajadores que se han beneficiado de jubilaciones anticipadas, por pertenecer a algunas de las 600 categorías laborales consideradas especialmente extenuantes y entre las que se incluyen los peluqueros (por aquello de que los tintes que utilizan son nocivos), o los músicos de instrumentos de viento (soplar una flauta es agotador). También los presentadores de televisión (se supone que los micrófonos provocan daños en la salud), ley que fue aprobada por el gobierno socialista en 1978.
- Hay miles de chollos, ministerios en instituciones inservibles, de los que comen un motón de griegos. Como ejemplo, el Instituto para la protección del Lago Kopais, un lago que se secó en 1930, (1763 griegos son empleados para la protección del lago).
- El fraude fiscal es masivo, más del 25% de los griegos no paga un euro en renta de personas físicas, ni descuento ni paga.
- Por otro lado el peso del sector público en la economía es aplastante, tienen cerca de 1 millón de funcionarios para 4 millones de griegos de población activa.
- El salario medio de los empleados de ferrocarriles públicos griegos supera los 66.000 euros al año, y esto incluye a limpiadores y otros trabajos de baja cualificación. El metro de Atenas (casi gratis) recauda unos 90 millones de euros en tickets cada año, mientras que el coste total de la empresa es superior a los 500 millones.
- En la última década se han creado más de 300 empresas públicas.
Y así se puede seguir enumerando despropósitos que han dejado al país en situación de emergencia social, cuyas consecuencias afectan a Europa y a España: «la niña enfermiza» entre la indigesta de chorizos y el desgobierno se encuentra en la UVI con respiración asistida y, a pesar de los recortes y reajustes —sigue asfixiada y aun agonizante—, se le pide un esfuerzo adicional…
El paro, imparable, y la reforma laboral no pinta muy bonito para los trabajadores: aunque el gobierno dice que está pensada para crear empleo, lo cierto es que las garantías laborales dejan mucho que desear, la clase obrera tiene la sensación de desprotección e inseguridad y las empresas tienen que tener en cuenta que su crecimiento, expansión y progreso es gracias al esfuerzo y la responsabilidad del trabajador, por tanto, eso hay que premiarlo.
Y los trabajadores creyendo que tienen defensores… Sí, «mucho ruido y pocas nueces». Puede parecer que los sindicatos están para proteger a los trabajadores, pero si conoces los entresijos descubres que les importas bien poco. Tras las pancartas van para defender «su negocio» porque los sindicatos son «empresas» y los liberados, «profesionales».
Una cosa que debemos saber con respecto a los sindicatos es que salen caro: son la principal empresa del Estado, cobran del Ministerio de Trabajo casi 16 millones. También a través de subvenciones las Autonomías son generosas con los sindicatos. ¿Recuerdan cuando Zapatero dirigiéndose públicamente a UGT y CCOO les pedía apoyo y cariño? Así fue, con dinero de por medio hay cariño y silencio. Se han mantenido callados durante todo el mandato de «Zp» a pesar de que el paro se multiplicaba día a día…
Todos deberíamos ser libres de pertenecer a un sindicato o no. Sin embargo, en España, todos estamos obligados a militar y financiarlos a todos, sea de la ideología que sea, hasta el proetarra de Vascongadas. Existe una Ley Orgánica de Libertad Sindical, pero hay una exigencia de cuotas mensuales para los casi cuarenta sindicatos, en verdad, de libertad nada. Las sedes que los sindicatos tienen por toda España son edificios que pertenecen al Patrimonio del Estado y por el cual no pagan alquiler —se ahorran unos 180 millones y estos no entran en las arcas del Estado—.
Lo más curioso es que, al parecer, el paro les reporta suculentos beneficios y cuando se habla de despido —los dichosos «ERE»— estos son negociados y firmados por los sindicatos. Por lo tanto se hace evidente que del paro también sacan tajada.
Al parecer hasta las manifestaciones son sufragadas por los contribuyentes y empresarios…
El paro en España alcanza cifras escalofriantes: el año pasado los comedores de Cáritas estaban desbordados, sin embargo, los sindicatos defensores de los trabajadores ¿cuántos comedores sociales han abierto?
Hay cientos de miles de liberados sindicales, muchos a tiempo completo, una carga que tienen que soportar las empresas, lo que resta competitividad y genera paro. Está claro que estas organizaciones se lo han montado bien para vivir del cuento. Creo que los sindicatos deben ser independientes, no una carga para el Estado ni para las empresas y debieran financiarse con las cuotas de sus afiliados y simpatizantes.
Lo honesto es vivir con el sudor de tu frente, no del sudor y las lágrimas de los demás.
Fotografía: Robert Wallace, cc.
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