martes, 8 de febrero de 2011

Extrañas sombras


La extraña estancia vacía.
La penumbra desolada.
Unas sombras inquietantes;
un miedo que me atenaza.
Un grito que se ha ahogado;
un sudor frío se escapa,
un rumor que sobrecoge.
La traición huele a mortaja.

Valiente me enfrento al miedo…
Abro puertas y ventanas
para que entre la brisa
y traiga luz y esperanza.
Quiero mirar a lo alto
a donde se elevan las alas,
libres y sin ataduras,
con las palabras muy claras.

Nadie podrá callar
la voz que tiene mi alma,
que se acurruca en la noche
y despierta en la madrugada,
cuando la aurora despunta
con cantos a la alborada.
Embriagados por la luna…
Sueña el ocaso esmeralda.

martes, 1 de febrero de 2011

Flor de invierno

Almendros florecidos en la cumbre de Gran Canaria.

El almendro pertenece a la familia de las Rosáceas, cuyo nombre botánico es Prunus amygdalus Basch, tiene su origen en el oeste de Asia y se encuentra muy presente en toda la cuenca Mediterránea.
 El sistema radicular está constituido por unas pocas raíces de mayor diámetro, que se desarrollan en amplitud y profundidad. Su tronco cuando es joven es liso, pasando a ser muy agrietado con el tiempo, siendo este agrietamiento característico de esta especie. Sus hojas son de tipo lanceolado, largo, estrecho y puntiagudo. Su flor es pentámera con cinco sépalos, cinco pétalos con colores variables entre blanco y rosado. La época de floración en el almendro tiene una gran importancia porque influye directamente en las posibilidades de obtención de una buena cosecha, debido a la incidencia de tres factores: la polinización, las lluvias y las heladas. Las lluvias durante la floración impiden el vuelo de las abejas que desarrollan mayor actividad cuando la temperatura ambiente oscila entre 15 y 16º C. Se recomienda el cultivo en laderas soleadas para escapar de las heladas y potenciar la actividad de las abejas.